washington. El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó ayer que el derecho a portar armas, establecido en la Segunda Enmienda de la Constitución, debe ser respetado plenamente por todos los Estados y las ciudades del país, en una decisión considerada como histórica.

En su resolución, los nueve magistrados del tribunal votaron por cinco votos a favor y cuatro en contra, por extender a todo el país el derecho a llevar armas como una garantía fundamental, declarando así inconstitucional una prohibición para armas cortas implantada por Chicago y Oak Park (Estado de Illinois) hace 28 años. No obstante, el Tribunal Supremo no anuló formalmente la ley, una de las más estrictas en todo el país, porque ordenó a una corte federal de apelaciones que revise su decisión anterior. Pese a ello, caben pocas dudas de que la ley sea finalmente derogada por decisión judicial.

El juez Samuel Alito, que redactó el auto en nombre de la mayoría, afirmó que la Segunda Enmienda se aplica tanto al Gobierno federal como a los estados.

La decisión fue dividida, ya que cinco magistrados considerados conservadores moderados votaron a favor de extender el derecho a llevar armas y los otros cuatro, liberales, opinan que cabe poder restringirlo.