vitoria. Dicen los expertos que el mejor lugar donde las personas mayores y dependientes pueden pasar su vida es en su entorno más cercano, el familiar, la casa en la que han pasado la mayor parte de sus años. Que esta circunstancia contribuye no sólo a una mayor longevidad sino también a un mejor estado de salud. De ahí, que se valore tanto el trabajo que miles de personas realizan para cuidar, por ejemplo, de sus ancianos. Ésta es la labor que llevan a cabo también en la asociación de familias cuidadoras de personas mayores dependientes de Álava (Ascudean), que trabaja cada día para que nadie se olvide no sólo de que sus seres queridos estén lo mejor atendidos posible, sino también de las necesidades que se generan en aquéllos que los cuidan.

Por ello, el colectivo inició hace un mes un nuevo programa que bajo el nombre Laguntzabide, camino de ayuda, ofrece colaboración integral a los socios de esta agrupación, un total de 387 familias que cuidan de 454 dependientes. De momento, son ya cerca de 40 los beneficiados por este servicio en sus primeros pasos, aunque Ascudean espera multiplicar gradualmente este número.

A través de este recurso, los solicitantes pueden acceder a la misma atención sociosanitaria que proporciona la Diputación a partir del momento en que la persona mayor pide la valoración de dependencia y el plan individual de atención al Ejecutivo foral y hasta que éste se lo proporciona. Un periodo de tiempo que nunca sobrepasará los seis meses, plazo que otorga la ley para la obtención del servicio público y que en Álava no se completa ya que las tramitaciones rondan los tres meses.

El problema está en que, a pesar del cumplimiento de los plazos, en la actualidad, las familias cuidadoras disponen de menos posibilidades de abandonar sus ocupaciones para dedicarse exclusivamente al cuidado de los mayores y estos servicios se hacen más necesarios que nunca durante ese periodo de tiempo. Así las cosas, Laguntzabide ofrece una ayuda integral que contempla apoyo psicológico, jurídico, asesoramiento y seguimiento del caso, colaboración en hospitalizaciones del mayor o cuidador y, por supuesto, la ayuda al dependiente. Este servicio se realiza por personal especializado y titulado en atención sociosanitaria que lleva a cabo labores de movilización, higiene, alimentación y similares.

Además, también hay un equipo de fisioterapia para cuidadores o clases en el hogar del mayor para aprender a movilizarle y asearle. Este recurso se está haciendo realidad gracias a la subvención del Gobierno Vasco, que aporta 35.000 euros para los servicios de empleo de los profesionales.