E L olor inconfundible de carne a la parrilla daba la bienvenida ayer a todos los vitorianos que decidieron darse una vuelta por el parking de San Martín. Como ya anunció el jueves Sergio Frenkel, el director del Festival de las Naciones, la presente edición de este evento pretende ser una fiesta de los cinco sentidos. Un aroma que alimenta. Tanto es así que algunos sucumbieron a él sacando la cartera para llevarse uno de esos tentempiés y así poder experimentar el sentido del gusto. Salir de ahí sin probar bocado no fue nada fácil para los amantes de la gastronomía ya que en el recinto hay distribuidos una veintena de platos típicos, como las salchichas de 1.200 gramos también llamadas txoripan, al precio de 4 euros del puesto argentino o el churrasco de ternera. Hasta el 18 de julio las gargantas también se pueden regar con bebidas como tés árabes o algunas más conocidas como la sidra o el puesto específico de zumos de frutas naturales.
A los más golosos se les hacía la boca agua con el puesto de Bélgica de gominolas y caramelos artesanos, entre los que no podía faltar el de sabor a chocolate belga. "Los productos estrella son las gominolas naturales porque no llevan aditivos", cuenta Amparo Maestre, una valenciana encargada de este stand, quien explica las diferencias entre los consumidores vitorianos y los de Levante: "aquí se lleva más el regaliz y los sabores más clásicos, como la fresa, mandarina y cola".
Los adictos al chocolate tienen la oportunidad de deleitarse con el puesto de la Fundación cultivadores de cacao, del escultor Guillermo Xiu al frente del mismo. "Hay que cambiar el chip para dejar de comer cacaos industriales. La NASA, por ejemplo, hace 50 años que se lleva al espacio el auténtico: el maya", explica este mexicano quien ha traído por primera vez a Vitoria un cacao blanco sin azúcar que, según explica, reduce la dependencia de la insulina. "122 voluntarios alaveses lo están probando", matiza Xiu. En este stand también se puede ver el proceso de construcción de la escultura de la serpiente plumada que intenta batir el récord del mundo con 4 metros de altura. "He tenido que fraccionar el cacao para traerlo aquí, cada parte pesa 500 kilos". Su caseta está decorada con un cartel de la abeja maya que pide la colaboración en el proyecto Red Orgánica. "La abeja vive al sur de Cancún, pero se está extinguiendo por los imperios hoteleros y tendidos eléctricos. Yo tengo los últimos 60 paneles de esta abeja responsable de polinizar el cacao", asegura Xiu.
Del sentido de la vista pueden alegrarse los ojos todos aquellos que ojeaban los puestos de más de treinta naciones de los cinco continentes: bolsos adornados con espejos, esculturas de elefante al estilo de Pakistán. Del tacto daban cuenta todos aquellos que no se podían resistir a palpar los pañuelos, bolsos y pulseras de Kenia o las rosas perfumadas fabricadas de madera de Tailandia del puesto de María Bueno.
Actividades infantiles Sin embargo ayer, los reyes del recinto volvieron a ser los más pequeños de la casa, ya que todas las mañanas de los fines de semana -de 11.00 a 14.00 horas- podrán disfrutar de hinchables, de jugar con los globos de las formas más originales que les den Mickey Mouse y su novia Minnie o incluso de maquillarse la cara con sus personajes favoritos. Rotulador en mano se encontraba Martina, de 5 años, para colorear la parte superior de un boomerang con una casa y su nombre. Su hermana Amalur, de 9, optó por customizar una visera que a buen seguro utilizará durante estos días tan calurosos. "Acabamos de llegar porque nos gusta esta forma diferente de viajar por muchos países. Aunque preferimos cuando el festival estaba en La Florida porque seguro que acudiría más gente al estar en el centro y tener la parada de tranvía al lado", afirma Eva, la madre de estas afanosas niñas.
Pedro no se perdía ningún detalle desde la barrera, ya que su valiente hija Micaela, de 6 años, saltaba a unos tres metros de altura agarrada por un arnés en el jumping. "Me gustaba más en La Florida porque había más sombra, aunque aquí se puede aparcar mejor", declara este gasteiztarra. A partir de las 18.00 horas llegó el turno del musical Cabaret y de la bachata y merengue.