Vitoria. El Departamento vasco de Educación continúa dando explicaciones sobre los supuestos recortes que se van a aplicar el próximo curso en los centros escolares, una decisión que en las últimas semanas ha levantado un gran revuelo tanto en la red pública como en la concertada. La consejera del ramo, Isabel Celaá, considera que hay un intento de "politizar" el sector por parte de quienes promueven este tipo de protestas, al tiempo que desea a los docentes que se comporten con "profesionalidad".

La brecha abierta entre buena parte de la comunidad educativa y el Ejecutivo autonómico a raíz de las medidas de ahorro propuestas por Lakua para intentar hacer frente a esta crisis económica es un hecho. Si primero fueron los directores de la escuela pública los que en un manifiesto amenazaron con dimitir si se reducía el personal de los centros, ahora son los colegios religiosos y las ikastolas los que amenazan con acudir a los tribunales en caso de que se modifique su financiación.

En una entrevista concedida ayer a Radio Euskadi, Celaá afirmó que "en el sector educativo donde se fraguan todas las ideas", en referencia a quienes se han movilizado contra estos supuestos recortes, hay "algunas tentaciones de politizar la escuela pública". En este sentido, hace un llamamiento a la "profesionalidad" de directores de centros educativos y docentes para que ejerzan su trabajo sin entrar en este tipo de cuestiones ajenas a la enseñanza. "Tiene que haber racionalidad suficiente como para saber que no podemos politizar, que no debemos politizar la educación", añadió.

Ya lo dijo el domingo durante la celebración del Araba Euskaraz en Agurain. La crisis ha obligado al Gobierno Vasco a tomar medidas en todas las áreas, también en Educación. Sin embargo, la consejera insiste en que no se trata de recortes, sino de un "ajuste de recursos" motivado por el momento tan especial que se está viviendo.

En cuanto a las acciones legales anunciadas por la red concertada si el Gobierno Vasco no retira la propuesta de recorte de su financiación, la titular en la materia recuerda que estos colegios "son centros sostenidos con fondos públicos". "Los esfuerzos se nos piden a todos", añadió la consejera.

final de curso No está siendo un final de curso fácil para el Departamento vasco de Educación. El domingo, sin ir más lejos, Celaá recibía un pequeño tirón de orejas por parte del presidente de la Federación de Ikastolas de Álava, Xabier Arrieta, por su intención de reducir la financiación de los centros concertados. "Menudo pastel nos ha dejado", aseguraba Arrieta.

Las ikastolas, al igual que los colegios religiosos, aseguran que si la decisión de Lakua sale adelante no tendrán más remedio que reducir el salario a sus profesores, incumpliendo así el convenio laboral vigente. "Si aplicamos la medida nos encontraríamos en una situación de ilegalidad", aseguraba la pasada semana el presidente de Kristau Eskola, Aitor Bilbao.

Por su parte, en la escuela pública, el ambiente sigue siendo convulso, pese a que reconocen que los recortes en las plantillas no van a ser finalmente tan fuertes como los esperados en un principio. Sin embargo, una vez estudiada la Relación de Puestos de Trabajo de cada centro, los directores mantendrán esta misma semana una reunión para decidir si finalmente llevan a cabo su amenaza y presentan su dimisión ante el Departamento vasco de Educación.