vitoria. Frenazo en los hurtos, aunque no en seco. Los responsables de la Policía Municipal de Vitoria han constatado una contención de los robos de pequeña envergadura en la ciudad, pero ello no significa que hayan desaparecido. Y menos en los nuevos barrios, donde los vecinos siguen reclamando mayor presión policial para acabar con el continuo goteo de saqueos. "Hablamos de frenazo, no de bajada", puntualiza el concejal de Seguridad Ciudadana de Vitoria, José Manuel Bully, quien tras estos asaltos, sobre todo los referidos a coches estacionados, adivina la larga sombra de los grupos organizados. Asegura el concejal que ni a los representantes de las asociaciones vecinales ni a las víctimas de los robos les faltará el apoyo de la Guardia Urbana, que intensificará los contactos con ambos colectivos. "No vamos a mirar para otro lado, sobre todo porque sabemos lo mal que se pasa cuando a uno le roban el trastero o en el coche. Queremos ir más allá de la simple tramitación de las denuncias y prestar un apoyo efectivo", expone Bully.
No es la primera vez que se hace pública la hipótesis de que las bandas se encuentran tras este tipo de robos. La Ertzaintza lleva meses siguiéndole la pista a un grupo de oriundos de Europa del Este y a otro de origen africano como presuntos responsables de un buen número de golpes cometidos en Vitoria.
Los agentes se reunirán de forma regular con las asociaciones vecinales y con quienes hayan sido objeto de robos. Escucharán sus demandas y les ofrecerán soluciones para incrementar la seguridad en sus comunidades. Como por ejemplo, la colocación de sensores de movimiento que, conectados a una luz, pueden ahuyentar a los cacos. "Los ladrones no saben quién ha encendido la luz y suelen optar por abandonar el edificio", señala el edil.
Pero la cosa no quedará ahí. El titular de Seguridad Ciudadana asegura que las patrullas uniformadas de la Policía Local no bajarán la guardia e incrementarán su presencia disuasoria por las calles de Mariturri, Zabalgana y Salburua. Su labor se verá complementada con el apoyo coordinado de la Ertzaintza, que también prestará especial atención a la vigilancia de los nuevos barrios.
La tercera pata de la labor policial consistirá en intensificar las tareas de investigación. Por el momento se sabe que el objetivo primordial de los robos, sobre todo los que se producen en el interior de los vehículos, consiste en sustraer aparatos de alta tecnología, como GPS, reproductores de vídeo o equipos de sonido. Y también se ha comprobado que ninguno de estos aparatos es revendido posteriormente dentro de la ciudad. Ante tales evidencias, Bully tiene el convencimiento de que la práctica totalidad de los robos cometidos en Vitoria, tanto en trasteros como en vehículos, son obra de grupos organizados. "Los aparatos electrónicos no aparecen luego en el mercado negro de Vitoria, así que se los llevan fuera. Está claro que se trata de grupos que cuentan con cierta infraestructura", considera Bully. De todas maneras, el control policial no se centrará en los nuevos barrios. También los polígonos industriales y áreas en las que recientemente se han cometido asaltos, como San Cristóbal o Lakuabizkarra, gozarán de más vigilancia.