vitoria. El comercio alavés ha comprendido la necesidad de renovarse o morir para competir en igualdad de condiciones, dentro de sus posibilidades, con los territorios vecinos. Y más aún si los negocios se encuentran ubicados en la zona rural de la provincia, un pequeño desierto -aunque cada vez menos- comparado con el oasis comercial de Vitoria.
Según los datos recopilados por el Diagnóstico del Comercio Minorista Vasco del Ejecutivo autonómico, a los que ha tenido acceso este diario, los pueblos alaveses lideran en el ámbito de la CAV uno de los indicadores más relevantes a la hora de entender la modernidad de los equipamientos comerciales, la implantación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC). Nada menos que el 18,6% de los establecimientos de la zona rural alavesa tiene un nivel de tecnologización calificado como muy alto por este estudio, por encima de los locales de Donostia (15,8%), Bilbao (13%) y Vitoria (7,2%).
La media de los establecimientos alaveses se sitúa en un 10,2%, lo que da cuenta de los esfuerzos del sector situado en la zona rural por adecuarse a los tiempos que corren. Algo que, además, contrasta con la tónica general de la CAV, y más aún si se pone en relación con el pequeño comercio. Uno de cada dos establecimientos minoristas vascos cuenta según el documento con un nivel de tecnologización muy bajo (40,9%) o bajo (9,4%). Los locales de alimentación lideran este ranking: la implantación de las TIC es baja o muy baja en el 83,4% de los casos.
La implantación de ordenadores y conexión a Internet supone un punto de partida relevante para avanzar hacia la modernización tecnológica de un local comercial. Y viendo los datos de este estudio, queda patente la enorme brecha todavía existente entre los comercios minorista y mayorista de la CAV. Sólo el 58,9% de los establecimientos del primer grupo está equipado con al menos una computadora, por el 93,5% que registran los segundos.
El sector de la alimentación supone un lastre para el resto en este campo, porque sólo el 25,9% de los locales posee ordenador, una cifra muy inferior respecto a los sectores de salud y belleza (82,3%), hogar (82,2%) o moda (72,3%). Además, sólo el 49,8% de los locales minoristas dispone de acceso a Internet, la mayoría con banda ancha. Según determina el informe ePyme 2008, la búsqueda de información, la realización de operaciones bancarias y el seguimiento de las relaciones con las empresas proveedoras y la clientela constituyen los principales usos de Internet por parte de los profesionales del sector.
Una de las herramientas tecnológicas que más puede incidir en la gestión de la actividad comercial minorista son las terminales de punto de venta (TPV) que, a juicio del informe de Lakua, "permiten agilizar el proceso de facturación y llevar un control exhaustivo del almacén y las existencias", entre otros aspectos positivos.
No obstante, el coste que supone la implantación de estos mecanismos incide en que todavía el índice de disponibilidad de datáfonos o TPV en el comercio minorista vasco sea todavía bastante bajo, del 59,8%. El sector de la moda lidera el ranking, con un 87,2% de implantación. Y respecto a las ventas a través de Internet, únicamente el 6,8% de los minoristas vascos ofrecen esta posibilidad, que supone un filón porque sirve para incorporar nuevos clientes gracias a la expansión geográfica y para mejorar la imagen de la empresa. Las firmas de mayor tamaño apuestan más decididamente por esta tecnología complementaria, por lo que aplicarla progresivamente constituye "uno de los retos de futuro" de los minoristas para competir con las grandes cadenas de distribución.