Vitoria. Un regalo de vida es el mejor que uno puede realizar de forma desinteresada. Ésa es la idea que trató de transmitir ayer la Federación Española de Donantes de Sangre en la celebración de su Día Mundial. Una jornada en la que, además de concienciar a la ciudadanía de la importancia que tiene ser donante, también sirvió para agradecer a los 100 millones de personas que ya lo son y recordar que las necesidades actuales sitúan la cifra en 200 millones más. Para agradecer a todos aquellos que han tomado la iniciativa de implicarse con este colectivo, cada año se homenajea a aquellos que alcanzan las 60 y 75 donaciones con la distinción de Gran donante de España, así como a 30 personas y entidades de todo el Estado con el Mérito Nacional a la Donación Altruista por su especial colaboración con el movimiento asociativo.

En esta ocasión, la sede de estos actos fue Barcelona, donde ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA y el instituto Jesús Obrero fueron dos de los premiados a instancias de la Federación Alavesa, que preside Francisco Quintero. En un animado evento celebrado en el Palacio de Congresos de la Ciudad Condal, el director de este rotativo, Julio Iturri, recogió la distinción otorgada a este periódico y destacó en su alocución de agradecimiento la unión existente entre los medios locales y la salud. Asimismo, Iturri incidió en la importancia que tiene cada una de las personas que dona sangre. Ellas se hacen acreedoras de cualquier premio, más que ningún otro colectivo. "El mérito no es nuestro sino de los donantes, a pesar de que, a veces, no está mal que se acuerden del mensajero, aunque sea para bien", bromeó.

Iturri y el subdirector del instituto Jesús Obrero, Jorge Urrutia, recibieron el premio de manos de Marc Ibars, presidente de la Federación Catalana de Donantes de Sangre y anfitrión de esta edición. Entre los presentes a la cita se encontraban el presidente de la Federación alavesa, Francisco Quintero; la consejera de Sanitat de la Generalitat, Marina Geli; el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla; y la responsable de la OMS, Carissa Etienne, entre otros.

Bajo el lema Nueva sangre para el mundo el colectivo pretendió congeniar con los jóvenes. Mientras en los países menos desarrollados la mayor parte de la población es joven y las incorporaciones aseguran un relevo para varios años, en las zonas del llamado Primer Mundo, la edad media de vida ha subido y la incorporación de sangre joven es más necesaria que nunca.