vitoria. De tanto esperar, la inminente licitación de los ambulatorios de Arriaga, Salburua y Zabalgana ha sido acogida con mucha cautela por sus respectivos vecinos. Osakidetza dio a conocer el miércoles a los representantes del Consejo Sectorial de Salud y Consumo el precio de salida de las tres infraestructuras, 19,3 millones IVA incluido, lo que anticipa la entrada de las máquinas y los operarios en las parcelas después del verano. La luz comienza a divisarse al final de este largo túnel de retrasos motivados, principalmente, por la disputa mantenida entre el Ayuntamiento y la anterior consejería de Sanidad debido al modelo de cesión de las parcelas; no obstante, muy pocos optan por echar tan rápido las campanas al vuelo. Dando un paseo por los tres barrios y hablando con sus residentes, la frase más escuchada tenía ayer forma de dicho popular: Si no lo veo no lo creo.

La demora se está haciendo especialmente insoportable en Lakua, donde desde 1991 da servicio a sus vecinos un edificio prefabricado que, con el paso del tiempo, ha acumulado múltiples deficiencias. El nuevo centro de salud sustituirá por fin a esta precaria infraestructura en una céntrica ubicación, la parcela comprendida entre Portal de Foronda y Luis Olariaga -junto a las casas regionales-, y comenzará a dar servicio al barrio a lo largo de 2012. Los tres ambulatorios abrirán escalonadamente durante ese año, tras cerca de 25 meses de trabajos. Begoña González, vecina de Arriaga, recuerda que en el caso particular de su barrio "el centro de salud tenía que haber empezado a construirse, por lo menos, hace dos años". Protegida por la lluvia con un agradecido paraguas, Begoña pertenece al grupo de escépticas que pueblan los tres distritos. De hecho, avanza la celebración de "una fiesta" el día en que "de verdad monten los primeros andamios".

Como muchos de sus vecinos, que no ponen en duda la profesionalidad de los trabajadores del actual centro de salud de Lakua, la espera ha sido "demasiado larga" pasando consulta en sus obsoletas instalaciones. "Cada vez que anda el paciente de al lado, te mueves tú", describe. Berta Brun, otra residente en Arriaga, puntualiza que no tiene "nada en contra de los prefabricados", pero el transcurso de los años ha "estropeado" unas instalaciones que, actualmente, "dejan mucho que desear". Berta pone la nota optimista, pero también la crítica: "Se hará largo hasta que lo levanten, pero nos queda la motivación de que van a hacer algo en condiciones; espero que finalmente pongan también consulta de ginecología, porque hay gente suficiente para no tener que desplazarnos hasta Lakuabizkarra". Se trata ésta de una constante reivindicación de la asociación vecinal del barrio que, a priori, no será satisfecha.

De norte al este de la ciudad, los vecinos de Salburua cuentan con un cúmulo de preocupaciones propias de los barrios nuevos que, prácticamente, deja en anécdota la previsión de que en algo más de dos años contarán con su flamante ambulatorio. "Aquí faltan muchas cosas, empezando por la limpieza; cada vez somos más y nos tenemos que desplazar a los barrios viejos para hacer muchas cosas, pero estoy contenta porque voy a tener el centro de salud al lado de casa y podré ir en chándal", argumenta Alina Moldovan, rumana afincada con su familia en un piso de Bulevar de Salburua. El ambulatorio se ubicará muy cerca, en la confluencia de Portal de Elorriaga con la avenida de Praga, y pasará a ser uno de los más grandes -junto con el de Zabalgana- de la capital alavesa. Además, contará con los servicios de ginecología y salud mental. Begoña Marchena, una amiga con la que comparte conversación en el portal, recuerda que "antes de hacer los barrios deberían hacer lo más indispensable, que son los servicios básicos". No obstante, según asegura, "nos tienen abandonados".

Manu Santamaría, que también acumula un año de vida en Salburua, se expresa en términos similares. "Los servicios básicos deben aparecer según se entregan las llaves de las viviendas; hay mucha gente que viene a vivir aquí, se empadrona, pero tiene que volver a su barrio porque hay carencias", justifica. Al escuchar la fecha 2012, Manu añade la coletilla: "Siendo positivos, lo tendremos; yo, hasta que no lo vea, no me lo creeré". Cuando suceda, también respirarán un poco más tranquilos los vecinos de Aranbizkarra, cuyos dos centros de salud se encuentran cada vez más sobrecargados porque absorben la creciente población de Salburua.

"me da la risa" En el caso de Zabalgana, esta función recae ahora en San Martín, un ambulatorio también "saturado" según Felisa Alonso, vecina del barrio y francamente crítica con el retraso que acumulan estos equipamientos. "Lo que ha pasado es una vergüenza, penoso, porque estamos hablando de una de las cosas más necesarias", censura. Residente muy cerca de la parcela que acogerá el nuevo ambulatorio, en la avenida de la Ilustración con el paseo de la Cruz Roja, reconoce que le entra "la risa" cada vez que se habla de una fecha de apertura. "No lo puedo evitar. Tenía que estar para 2010 y no tenemos ni los cimientos; quitaron los escombros y mira cómo está. Cuando lo vea, me lo creeré, antes no", remarca. Margarita Martín, también residente en Zabalgana, realiza también un llamamiento a los representantes políticos: "Deberían fijarse más en las necesidades de la gente que en esas guerras que mantienen; a ver si esta vez es verdad".