vitoria. Quince años después de que lograse el impulso político y diez de que se redactase el proyecto inicial, la presa de Korrosparri sigue siendo un objeto de debate casi constante en la Cuadrilla de Agurain mientras duerme en un cajón a la espera de que concluya su proceso de consultas previas. Y sin saber, a ciencia cierta, si finalmente pasará del papel al terreno. Estos días, de nuevo, la mecha se ha encendido tras hacerse públicas las conclusiones de un proceso de participación ciudadana impulsado por la Diputación y dinamizado por la empresa Bakeaz, cuyas conclusiones solicitan la elaboración de un estudio actualizado de las necesidades de agua de la zona antes de continuar con este controvertido proyecto.
El embalse de Korrosparri, destinado a suministrar agua a la Llanada, se ha topado con un fuerte rechazo vecinal y político, también desde el Departamento foral de Medio Ambiente, debido a que su futura ubicación se enclava en un paraje de singular valor ecológico. Desde los ayuntamientos de la zona, sin embargo, se ha insistido en múltiples ocasiones sobre la necesidad de que la presa se construya para garantizar el desarrollo industrial de la zona. El plan regresará próximamente al Pleno de las Juntas Generales, donde volverán a escenificarse las distintas sensibilidades que genera, y este mismo lunes la plataforma contraria al embalse exigía su paralización y el estudio de nuevas alternativas -tal y como recomienda el informe- durante una concentración frente a la sede de la Cuadrilla.
Mientras tanto, en su interior, se aprobaba una moción impulsada por el alcalde de Agurain y firme defensor del proyecto, Iñaki Beraza, que solicita a las Juntas a que insten a Diputación y Gobierno Vasco a que desbloqueen la actual situación para que la Confederación Hidrográfica del Ebro realice los trámites correspondientes de cara a la construcción del embalse. PSOE y PNV lo apoyaron, no así los junteros de la izquierda abertzale, Aralar, EA e independientes. Estos, por su parte, presentaron otra moción alternativa que, en la línea del informe de Bakeaz, solicita una moratoria durante la que los ayuntamientos afectados puedan presentar un informe sobre las necesidades actualizadas de abastecimiento de agua de la zona y planes de ahorro y eficiencia en su gestión.
Para rizar el rizo, el grupo del PNV en las Juntas Generales ha presentado otra moción para su debate en la que no se posiciona a favor de que se haga el embalse, como sus colegas de Agurain, sino a que se analicen los estudios y proyectos presentados durante los últimos años para atender la demanda de agua en la Cuadrilla y se presente una propuesta fundamentada en seis meses. El debate, una vez más, está servido.