Vitoria. El Hospital Txagorritxu estrenará por fin el próximo martes 15 su flamante Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), un proyecto que ha acumulado meses de retraso debido a la quiebra de la constructora Urazca, quien dio los primeros pasos en esta obra hasta declararse en suspensión de pagos. Según confirmó ayer el responsable de la unidad, Ángel Loma-Osorio, en declaraciones a una emisora de radio local, el equipamiento apura definitivamente su puesta a punto para comenzar a recibir sus primeros pacientes desde la próxima semana.
La nueva UCI se ubicará en el ala D de la quinta planta de Txagorritxu, en el mismo lugar que ocupaba la vieja. El equipamiento, presupuestado en 5,7 millones de euros, contará con una zona de monitorización y control, alrededor de la cual se distribuirán 18 boxes para atender a los pacientes, cuatro más que hasta ahora. Junto a la UCI, además, se habilitará una unidad de cardiología intervencionista dividida en dos módulos, uno para hemodinámica y electrocardiografía y otro para electrofisiología y estimulación cardiacas.
Por el momento, atenderá en la nueva unidad el mismo número de profesionales que hasta el momento, en horario 24 horas. Dos médicos, cinco enfermeras y tres auxiliares de enfermería. En otoño, los responsables de Txagorritxu valorarán la posibilidad de aumentar la plantilla de profesionales en el servicio, aunque no se prevé un repunte significativo de su actividad. "No vamos a cambiar lo que ahora ofrecemos a los pacientes, sino que lo haremos mucho mejor", sintetiza Loma-Osorio. Alrededor de 1.000 pacientes pasan todos los años por la UCI, un número que se mantendrá en el nuevo servicio.
La apertura de la nueva UCI permitirá, por fin, recuperar el espacio donde hasta ahora se ha ubicado la unidad provisional de intensivos, que antes de la reforma acogía 28 camas hospitalarias distribuidas en 14 habitaciones dobles. Un lugar, aunque equipado con todos los sistemas que se requieren, lleno de limitaciones y de molestias a los usuarios.