santa cruz de tenerife. Un niño de 3 años falleció ayer en la capital tinerfeña a causa de las mordeduras de un perro, de raza Pit-Bull. El suceso se produjo a las 16.30 horas (una hora menos en Canarias) en el barrio La Gallega, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife, cuando el perro se abalanzó sobre el niño que en esos momentos se encontraba en brazos de su madre y le mordió en el cuello.

El niño fue inmediatamente trasladado hasta el hospital Nuestra Señora de la Candelaria y al poco tiempo de ser ingresado falleció.

El perro, cuyo propietario es el padre del niño, se quedó encerrado en la casa, mientras los padres trasladaban al menor al hospital.

El perro había sido adoptado del albergue comarcal de Valle Colino, que siempre intenta disuadir cuando se intenta adoptar un animal potencialmente peligroso y agresivo, dijo la presidenta de la Federación Canaria de Asociaciones Protectoras de Animales y Plantas, Adriana Naranjo.

Esta federación gestiona el albergue comarcal de la isla, que comparten cuatro municipios, y su presidenta comentó que con 8.000 animales recogidos "no es descabellado que pase alguna cosa" así.

El pit-bull pudo haber sido adoptado hace un par de meses aunque Adriano Naranjo todavía no tenía los detalles exactos de lo acontecido.

El albergue, a donde fue ayer devuelto el perro tras la agresión, tiene además la obligación de recoger animales de razas potencialmente peligrosas y de entregarlos en adopción, pues muchas veces hay adoptantes que piden expresamente perros potencialmente peligrosos y agresivos.

Si no hay problemas con los otros perros y con los cuidadores y se muestra cariñoso, el personal del albergue entiende que no hay problema para darlo en adopción, explicó. No obstante, siempre se orienta a la persona que quiere adoptar un animal de estas características y se le pregunta dónde lo va a tener y dónde va a vivir, porque un animal grande y joven en un apartamento de 60 metros acabará estresándose y haciendo destrozos, y "a los 5 minutos nos lo devolverán al albergue".

Los vecinos de la víctima aseguraban que no imaginaban que pudiera producirse una tragedia así. Una de las vecinas del mismo inmueble donde vivía el matrimonio con el niño de tres años atacado por el perro aseguró, entre lágrimas, que ella llevaba al niño de vez en cuando a la guardería y jugaba con él. "Era un niño muy lindo, muy simpático y siempre estaba de buen humor", afirmó la vecina. Añadió que los padres, un matrimonio joven de algo más de veinte años, siempre salían a pasear con el niño y con el perro, y aunque éste no llevaba bozal siempre iba atado.

Otra vecina del matrimonio, que vive en otro portal de la misma calle, aseguró que a ella y a su hija siempre les han dado miedo los perros, "por eso cuando veíamos al perro pasear con el matrimonio nos cambiábamos de acera".

Veintisiete personas, doce de ellas menores, han muerto en España desde 1991 como consecuencia de ataques de perros, seis de ellas por Pit-Bull. Esta raza, junto a otras como las de Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rotweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu y sus cruces, se encuentran dentro del catálogo de perros peligrosos vigente desde al año 2002.