El presidente de la Conferencia Episcopal turca, el italiano Luigi Padovese, murió degollado por su chófer y guardaespaldas en su casa de verano en la ciudad de Iskenderun, según informó ayer la Policía. El también obispo católico de Anatolia (Turquía), de 63 años, fue hallado herido de gravedad en el jardín de su domicilio, y murió poco después de ser trasladado a un hospital. La Policía informó a la prensa que Murat Altun, de 26 años, su chófer y guardaespaldas durante los últimos cuatro años, confesó tras ser detenido que lo mató tras una discusión.