POZUELO DE ALARCÓN. La niña, de 16 años, ha llegado al centro a las ocho y cuarto de la mañana acompañada por su padre, Mohamed Malha, y su madre, que, como su hija, iba cubierta con el pañuelo musulmán.

La joven ha sido la más madrugadora entre sus nuevos compañeros y ha llegado en el coche familiar, que ha aparcado a unos 50 metros de la puerta principal del centro, y ha caminado entre sus padres con un pañuelo azul celeste en la cabeza y protegida por unas gafas de sol.

El padre, que la llevaba con el brazo por encima de los hombros mientras ella agachaba la cabeza, portaba una carpeta bajo el brazo y presumiblemente está formalizando la inscripción de su hija en el nuevo centro.

En torno al Gerardo Diego se encontraban desde primeras horas de la mañana un nutrido grupo de periodistas antes de que aparecieran los primeros alumnos.