madrid. La joven Najwa no acudió ayer a su nuevo instituto, el Gerardo Diego de Pozuelo de Alarcón, mientras uno de los posibles centros en los que hubiera podido inscribir, el San Juan de la Cruz, ha justificado su negativa a admitir el velo en las aulas en la necesidad de evitar "la creación de guetos".
Najwa, de dieciséis años, insiste en llevar el hiyab, o pañuelo islámico, motivo por el cual su madre accedió el lunes a darle de baja en el instituto Camilo José Cela y buscar otro centro. El más cercano es el también instituto público San Juan de la Cruz, pero sobre la marcha su Consejo escolar se reunió para modificar el reglamento de régimen interior y prohibir la asistencia a clase con la cabeza cubierta "con gorras u otras prendas". El centro emitió un comunicado en el que justifica la medida por querer evitar "la creación de guetos" y para favorecer "un clima adecuado de convivencia".
El San Juan de la Cruz aduce que esa modificación se apoya en la Ley Orgánica 2/2006, de Educación y en el Decreto 15/2007 que establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes de la Comunidad de Madrid.
El caso ha generado nuevas reacciones en el ámbito político, entre las que figura la del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, quien ha apuntado que la polémica del velo en las aulas es una cuestión "con raíces de enorme complejidad" y ha rechazado los centros educativos en los que se segrega a los alumnos por su ideología.
Para Gabilondo el caso plantea un debate "muy interesante sobre la constitucionalidad del Reglamento de Régimen Interno de los centros".
Su colega de Gabinete, el titular de Justicia, Francisco Caamaño, ha destacado la necesidad de buscar fórmulas para compaginar el derecho a la educación con el de libertad religiosa y ha agregado que no es lo mismo "llevar un velo que una gorra", en referencia al caso de Najwa.