MADRID. La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), la que pertenece EKA/OCUV, presentó ayer una denuncia ante el Instituto Nacional del Consumo (INC) instándole a ordenar la retirada de un gel de baño denominado "Bubble Bath", comercializado por la cadena Bodybell, que tiene la apariencia de una pequeña botella de vino o cava, tanto por su forma extermina como por el color y aspecto de su contenido. Para la organización, esas características hacen que el producto no se ajuste a la legislación vigente, que prohíbe la fabricación y comercialización de productos de apariencia engañosa que pongan en peligro la salud o la seguridad de los consumidores. Según esa normativa, la apariencia de este tipo de productos no puede crear confusión sobre su naturaleza y su forma de uso, haciendo especial hincapié en evitar crear confusión entre los niños. Asimismo, este producto no cumple con la normativa aplicable en cuanto a su etiquetado, ya que el mismo aparece completamente en inglés, mientras que la legislación establece que el etiquetado debe aparecer, al menos, en castellano. La CECU considera que la presentación del producto puede inducir a error, especialmente a los menores, al poder hacerles creer que se trata de una bebida y llevarles a ingerirlo y por eso ha presentado una denuncia ante el Instituto Nacional del Consumo (INC) instándole a ordenar la retirada del producto del mercado, a la prohibición total de su comercialización y a su publicación en la "Red Alerta" con el fin de evitar más riesgos.

renault llama a revisión Por otra parte, Renault ha llamado a revisión a unas 5.000 unidades del Gran Modus fabricadas en Valladolid y vendidas en el Estado, como "medida preventiva y de seguridad" para corregir un defecto. Esta medida afecta a unidades de este modelo fabricadas hasta el 26 de octubre de 2009, para subsanar un defecto en la sujeción del asiento trasero que no conlleva "ningún problema de accidentes", según estas fuentes de la multinacional automovilística. La empresa comenzó el martes 20 a dirigirse por correo a los compradores, para citarles a la revisión, que se llevará a cabo en apenas "media hora" en cada coche, con lo que Renault espera que en nueve meses se hayan chequeado estas 5.000 unidades.