bruselas. El tráfico aéreo europeo recuperó ayer su ritmo habitual y los principales aeropuertos de Europa se descongestionaron casi por completo después de la crisis provocada por la nube de cenizas del volcán islandés que obligó a cerrar multitud de aeropuertos y cancelar varios miles de vuelos en toda Europa.

La Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) confirmó que el espacio aéreo europeo permanece abierto y que el tráfico volvió a la normalidad casi total ayer.

En suma, Eurocontrol calcula que ayer pudieron llegar a realizarse entre 28.000 y 29.000 vuelos, como un día normal.

Sólo se esperan algunas cancelaciones debido a las restricciones que persisten en del sur de Finlandia, el sur de Noruega, el norte de Escocia y el oeste de Suecia, así como a los problemas logísticos que puedan tener las aerolíneas para reanudar sus esquemas de vuelo habituales.

Frente al 80% de los vuelos realizados el miércoles, ayer la práctica totalidad de los vuelos previstos por toda Europa tomaron su salida.

En Bélgica y Holanda, la situación también fue de casi completa normalidad en los principales aeropuertos del país.

En la Comisión Europea, el debate sigue centrándose en los derechos de los pasajeros, los problemas detectados en la gestión de la crisis y el impacto económico que el caos causado por las cenizas ha tenido para aeropuertos y aerolíneas y otros sectores vinculados.

En materia de derechos de pasajeros, Bruselas insiste en que todas las compañías deben devolver al viajero el precio integro de su billete o hacerse cargo de su traslado a destino, así como de su alojamiento y manutención durante la espera.

"Esperamos que la gran mayoría de las aerolíneas respete las reglas", aseguró la portavoz comunitaria de Transporte, Helen Kearns, quien animó a los consumidores que no estén satisfechos con el trato recibido a presentar una queja ante la propia aerolínea, y si hay problemas, acudir a las autoridades nacionales.

El Ejecutivo comunitario continúa evaluando con la industria y otros afectados las consecuencias económicas que ha supuesto el cierre del espacio aéreo desde el jueves pasado.

El Consejo Europeo de Aeropuertos (ACI) adelantaba ayer que, según sus cálculos, las pérdidas ascienden a 250 millones de euros, mientras que la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) estimaba este viernes las compañías habrán dejado de percibir ingresos por valor de 850 millones de euros.