Vitoria. Dos hombres fueron detenidos ayer en Vitoria por estafar cerca de 8.500 euros, mediante transferencias bancarias ilegales, a un particular de Mérida y a otro de Móstoles. Los detenidos obtuvieron las claves de banca online vía internet con programas espía o correos electrónicos en los que suplantaban a su entidad bancaria, según informó el Departamento vasco de Interior.

El pasado lunes un particular denunció en Mérida que habían realizado una transferencia bancaria de 2.806,08 euros desde su cuenta bancaria sin su autorización.

Así mismo, un día después, el martes, un particular en Móstoles denunció un hecho similar, en esta ocasión dos transferencias de 2.791 y 2.891,33 euros.

Los receptores de estas entregas de dinero eran dos ciudadanos residentes en Vitoria que lograron cobrar uno de los envíos el mismo lunes, el de 2.806,08 euros. El resto de los abonos no pudieron hacerse efectivos, ya que fueron bloqueadas las cuentas de los dos sospechosos.

Uno de ellos, de 41 años de edad, fue detenido ayer cuando se encontraba en una entidad bancaria tratando de cobrar una de las transferencias. Su cómplice, de 22 años, también fue imputado este miércoles por un delito de estafa.

LA ESTAFA

Los dos detenidos eran intermediarios que fueron captados mediante correos electrónicos en los que ofrecían trabajos con suculentas ganancias. Su misión era recibir transmisiones de dinero en su cuenta que rápidamente debían enviar a través de una compañía de correo al país extranjero que le indicasen destinado a supuestas ONGs. A cambio, recibían entre un 5 y un 10 por ciento de la cantidad transferida.

Los autores de la estafa enviaban a sus víctimas correos electrónicos en los que se les alerta de problemas de seguridad en las claves de su banco. Seguidamente éstos eran remitidos a una página clónica de su entidad bancaria que el usuario tomaba por la auténtica y mandaba así sus claves y contraseñas de banca online a los estafadores, método conocido como 'phising'.

Otro método para conseguir estos datos es a través de programas espía 'spharming'. El siguiente paso consiste en realizar las transferencias a sus intermediarios, que a su vez deben remitir el dinero, normalmente, a países del este de Europa.

Los encargados de investigar este caso pudieron saber que esta organización, a parte de los 8.500 euros llegados a la capital alavesa, ha estafado en el conjunto del estado alrededor de 27.000 euros a través de diversos intermediarios.