vitoria. Los episodios de violencia machista se desarrollan en ámbitos muy diversos, aunque las estadísticas dibujan perfiles recurrentes para sus víctimas. Entre las mujeres que se han visto obligadas a acudir a los pisos de emergencia o los centros de acogida inmediata del Ayuntamiento de Gasteiz sobresalen, por ejemplo, las jóvenes que ocupan estratos socioeconómicos y culturales bajos, que padecen problemáticas multidimensionales y cuentan con uno o varios hijos a su cargo, incluso personas mayores dependientes.
Peio López de Munain, concejal de Asuntos Sociales, dio ayer cuenta ante la comisión del ramo, cuestionado por el PNV, de la actividad desarrollada por estos recursos durante 2009. Y las cifras no invitan precisamente al optimismo, pese a que los usos decrecieron respecto al año anterior. 18 mujeres fueron atendidas en los nueve pisos de emergencia para violencia de género dispersos por la ciudad, otras seis acudieron al centro de acogida inmediata y trece más pernoctaron en alguna ocasión en la habitación dispuesta para este fin en el centro municipal CMAS. La presencia de mujeres extranjeras en los recursos de acogida es significativamente superior a la de nacionales, "lo que complejiza la intervención psicosocial que se realiza desde el departamento", según asumió el edil socialista.
El tipo de maltrato varía en cada caso, pero casi la mitad ha experimentado el físico reiterado, que habitualmente tiene como precedente el psicológico, sin olvidar las vejaciones o las agresiones sexuales dentro de la relación de pareja. Por otra parte, 37 agresores dieron el paso acudiendo a recibir tratamiento psicológico, el 33% menores de 30 años.
Nerea Melgosa, edil del PNV, reprochó a López de Munain que a pesar de que la violencia hacia la mujer "se incrementa", porque "ahí están las estadísticas", muchas de las víctimas "no llegan a los servicios sociales de base" dispersos por Gasteiz, que certifican el menor uso de sus recursos. Además, Melgosa censuró la ausencia de políticas de "prevención" para poner coto a esta lacra, una crítica que también hizo extensiva al ámbito de la violencia intergeneracional, la que se produce entre familiares, cuyas cifras también han aumentado significativamente según la última memoria de la Policía Local.
El empleo de los distintos teléfonos destinados a asistir a las víctimas copó posteriormente el debate, también a instancias del grupo jeltzale y del PP, que en boca de su edil Ainhoa Domaica censuró el "mayúsculo despropósito" que a su juicio se está produciendo en la gestión de este servicio. Actualmente, tanto el Estado como el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento disponen de sendos números para asistir a las víctimas de violencia machista, algo que para el PP sólo sirve para "marearlas". Hoy, precisamente, López de Munain mantendrá un encuentro con miembros del Ejecutivo López para tratar la hipotética unificación del número municipal con el autonómico.