¿Cómo es posible que si el cannabis, la cocaína o las anfetaminas son drogas ilegales, los jóvenes afirmen no tener problema para conseguirlas? Lo cierto es que así es, un joven de entre 12 y 18 años sabe dónde comprar y no tiene dificultades para hacerlo, lo que para Íñigo Lamarca refleja una enorme contradicción. "Hay que pedirle a la sociedad una respuesta en serio, no entro en el debate sobre una posible despenalización, pero si han de seguir siendo ilegales se deberían perseguir con más ahínco, o si no que se regularicen. Ahora mismo estamos en tierra de nadie", afirmó el Ararteko, que en su último informe constata cómo los jóvenes son partidarios de legalizar el cannabis. Los adolescentes vascos se dan cuenta de que pueden comprar las sustancias pese a ser ilegales, como también perciben que ese consumo de alcohol y tabaco sobre el que tanto se les advierte lo ven en casa y en la calle como algo generalizado y socialmente normalizado. "Las políticas respecto a los consumos de drogas de la adolescencia deben ser coherentes con las políticas y prácticas del conjunto de la población", señaló Lamarca.