Vitoria. Álava es diferente. Al menos, en su mercado inmobiliario. El gran pacto por la vivienda de finales de la década de los 90 auspiciado por el Ayuntamiento gasteiztarra, en cuyo municipio se agrupa el 80% de la población provincial, propició un cambio fundamental en esta sociedad. Lo que hasta entonces era una situación dramática por la falta de pisos libres y por la ausencia de oferta de VPO en estos lares -131 en 1994, 93 en 1995 o 44 en 1997-, circunstancias que llevaron los precios a límites inalcanzables y a miles de jóvenes a situaciones desesperadas, se ha convertido más de una década después en un ejemplo de gestión residencial para el conjunto de la CAV.
De hecho, la apuesta decidida por la promoción institucional de pisos ha provocado que el territorio histórico ponga en venta en la actualidad casi tantas residencias protegidas y sociales nuevas como las que salen al mercado entre Bizkaia y Gipuzkoa. Además, la oferta global inmobiliaria de pisos sin estrenar -libres y de protección- es similar en número a las de las otras dos provincias vascas, que cuentan con un número de habitantes sensiblemente superior.
¿Cómo se ha articulado esta metamorfosis? Sencillo. Todo responde al camino común recorrido por todas las fuerzas políticas con presencia en el Consistorio vitoriano. El consenso, tan denostado en la gran mayoría de los debates surgidos en el ámbito municipal, ha guiado la política de la ciudad en materia de vivienda. El acuerdo entre diferentes propició en su momento la activación de la expansión urbana de la capital a través de los polígonos de Salburua y Zabalgana, barrios trufados de VPO y de pisos sociales.
Ambas zonas son en la actualidad una realidad a medio construir. Sin embargo, las grúas levantadas en las dos barriadas han construido la solución al constreñido mercado inmobiliario que existía hasta finales del pasado milenio en la capital. No en vano, el cambio vivido al respecto en la última década ha sido tal que fuentes municipales ya avanzan la próxima desaparición de las listas de espera para acceder a una vivienda protegida. Tal circunstancia se ha convertido en un reto del Ayuntamiento que debería materializarse en 2012. Para entonces la proliferación de sorteos de este tipo de inmuebles entre los demandantes habrá reducido sensiblemente los listados de aspirantes a una VPO, que en la peor época, hace ahora alrededor de 10 años, estaba nutrida por más de 12.000 personas.
Salburua y zabalgana Sea como fuere, lo cierto es que la planificación municipal contempla Salburua con 7.082 viviendas (un 72%de ellas protegidas), cifra que podría llegar a las 10.940 (82% protegidas) en un escenario no muy lejano derivado de la redensificación urbana que se baraja para completar la expansión gasteiztarra. En el otro extremo de la ciudad, Zabalgana tendrá sobre el plano 9.428 viviendas (76% protegidas), que podrían ser 14.000 pisos (83% con alguna fórmula de protección) tras la reformulación que se estudia en Ensanche 21, sociedad del Ayuntamiento encargada de diseñar el futuro urbanístico de la capital.
Con ello, sobre el papel, Vitoria ha establecido los pilares que deberían encauzar en líneas generales el problema de la falta de vivienda en los próximos años. En ese sentido, desde el Ejecutivo autonómico se dibuja con cifras un panorama que establece el modelo surgido de la urbe vitoriana como el ideal en el ámbito residencial -mayoría de promociones de VPO y, por lo tanto, precios más accesibles para la ciudadanía-. Es más. Desde Lakua se reconoce que la solución de Vitoria ha propiciado que Álava despunte en vivienda protegida y en oferta inmobiliaria.
Según los datos facilitados a este diario por el Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno Vasco, la oferta de viviendas nuevas en venta a finales de 2009 en el territorio histórico llegaba a las 3.387, apenas 300 menos que las existentes en Bizkaia -territorio con cuatro veces más población- y 300 más que en Gipuzkoa, provincia también más densa en lo demográfico.
Carestía de la VPO Además, Álava destaca por haber quintuplicado en 10 años la cifra de pisos protegidos nuevos a la venta -de 512 en 2000 a los 2.239 de finales de 2009- y por haber duplicado el de vivienda libre sin estrenar -de 582 hace 10 años a los 1.148 en la actualidad-. Todo ello dota al territorio de una oferta de inmuebles con amparo institucional que supera con creces las existentes en los otros dos territorios vascos.
Los datos que maneja el Gobierno Vasco reseñan, además, datos interesantes a tener en cuenta. Entre ellos destaca el que establece que el precio medio de la vivienda social o protegida nueva y a la venta en Álava es el más caro de Euskadi al alcanzar los 124.100 euros, 16.000 euros más que lo que se registra en Bizkaia y 19.000 más que las tarifas de Gipuzkoa. Por contra, el precio de la vivienda libre nueva del territorio histórico es la más asequible, siempre dentro de unos límites de carestía que están a la cabeza de lo que se observa en el conjunto del Estado. En principio, un piso recién construido y libre de protección alcanza en el territorio los 293.300 euros. Esta cifra contrasta con los 322.300 de Bizkaia y los 360.000 de Gipuzkoa.
l Variación de precios. Los precios de la vivienda nueva libre en Álava han crecido como la espuma desde 2000. Entonces, un piso tipo en ese mercado costaba 145.100 euros. Esa cifra fue creciendo desmesuradamente debido a la escasa oferta y llegó a alcanzar en 2006 un total de 317.100 euros como media. Desde esa fecha, y gracias al pinchazo del mercado libre y a la proliferación de sorteos y promociones de VPO, la tarifa se redujo hasta los 272.000 euros de 2008 y a los 293.300 euros de finales de 2009.
l Incremento VPO. El coste medio de las VPO y de las viviendas sociales también ha experimentado un crecimiento considerable. En 2000 costaban una media de 48.100 euros en el territorio histórico. Ahora, el precio está en 124.100 euros.
l Metro cuadrado. Las VPO y viviendas sociales cuestan en Álava 1.416 euros por metro. l Pese a todo, dificultades. La adjudicación de parcelas a los constructores ha tocado suelo en Vitoria. En lo que va de año, el Ayuntamiento únicamente ha cedido cuatro solares en Aretxabaleta-Gardelegi para 344 pisos, según los datos facilitados por la sociedad urbanística Ensanche 21. Y a corto plazo, sólo tiene previsto asignar otros dos terrenos más en el mismo sector, para 161 viviendas. En total: 405 VPO, una cifra que contrasta enormemente con las 4.000 de 2004 o las 2.000 de 2006. La crisis del sector inmobiliario y la reducción de las listas de espera para acceder a una casa han hecho, sin duda, mella en una ciudad que en los últimos tiempos ha crecido más que en toda su historia. La adjudicación de parcelas para VPO se sitúa en 2010 en los ratios más bajos de la última década. Y ello, a pesar de que la urbanización de Salburua y Zabalgana no ha concluido.
3.387
l Viviendas. Son el total de los pisos nuevos en venta existentes en el territorio histórico hace apenas unos meses. De ellos, 2.239 son VPO o vivienda social y el resto, hasta llegar a las 1.148 residencias, pertenecientes al mercado libre existente.