la valetta. Benedicto XVI dijo ayer en el avión que le llevaba de Roma a Malta que la Iglesia está herida por los pecados de sus miembros, pero que Cristo ama a esa Iglesia y la considera necesaria para propagar el Evangelio, que es la verdadera fuerza de purificación y cura.
Con estas palabras observadores vaticanos vieron una referencia a los escándalos de curas pederastas que han sacudido la institución, algunos de los cuales se han registrado también en Malta.
El Papa señaló que su viaje es para conmemorar el 1950 aniversario del naufragio de San Pablo, un evento que permitió la llegada del cristianismo a la isla. A este respecto el Papa añadió "que los naufragios que la vida nos puede deparar pueden ser útiles para nuevas iniciativas de nuestra vida" En Malta, según datos de la Iglesia Católica, 45 sacerdotes han sido investigados por abuso de menores. De esos 45 casos, 19 fueron declarados "sin fundamento", mientras que 13 siguen abiertos.
Cuatro sacerdotes fueron sometidos a proceso canónico, declarados culpables y reducidos al estado laical, y otros dos han muerto ya.
De entre las víctimas, una decena eran muchachos del Orfanato San José, de Santa Venera, que sufrieron abusos desde 1980. Uno de ellos, Lawrence Grech, de 37 años, ha contado ahora ese padecimiento y pretende reunirse con el Papa.
Un grupo de esas víctimas se han reunido ya con el arzobispo de Malta, Paolo Cremona, y le han entregado un carta para ser recibidos por el Papa durante su estancia en la isla.
Cremona ha asegurado que la Iglesia y la sociedad deben discutir "en profundidad" el fenómeno de la pederastia, para, de esa manera, poder acabar con ese mal.
El prelado defendió a las víctimas de los abusos, señaló que "han hecho bien" en contarlo los sufrimientos padecidos.