pekín. La cifra de víctimas mortales confirmada por el terremoto de 7,1 grados que sacudió el pasado 13 de abril un área tibetana de la provincia de Qinghai (noroeste de China) es ya de 1.339, según el portavoz de los servicios de emergencia, Xia Xueping, que sitúan en 332 el número de desaparecidos. Xia explicó en rueda de prensa que los heridos son ya 11.849, de los que 1.297 se encuentran graves.
Mientras, cientos de víctimas mortales fueron incineradas en una colina de Gyegu, la localidad más afectada por el seísmo, situada en la prefectura autónoma tibetana de Yushu. Los familiares y monjes budistas recordaron a los fallecidos en una emotiva ceremonia.
Por otra parte, el viceministro de Transportes, Gao Hongfeng, informó de que ya se han limpiado todas las carreteras de Yushu, por lo que las labores de rescate y de envío de ayuda se realizan con normalidad.
El líder espiritual del budismo, el Dalai Lama, procedente de la zona afectada por el terremoto, se mostró ayer dispuesto a visitar las zonas más afectadas por el seísmo ocurrido en China para consolar a las víctimas, y felicitó por su labor a los servicios de ayuda.
"Estoy muy preocupado por las familias de las víctimas del seísmo en la región de Yushu de Tíbet. Me gustaría ir allí para consolar a los heridos y las familias de las víctimas", dijo el Dalai Lama en un comunicado emitido ayer por su oficina.
En la nota, el líder espiritual de los budistas, también instó a los gobiernos, organizaciones de ayuda y otras agencias a que presten ayuda a las familias afectadas por el seísmo.