pamplona. Los agentes de la Policía Foral están volcados en la investigación del homicidio del joven tudelano Javier Martínez Llort, víctima de una brutal agresión ocurrida en la mañana del domingo en el centro de la capital ribera. La Brigada de Investigación Criminal al completo está cribando el entorno del fallecido para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo el crimen y averiguar quiénes fueron los autores.
El joven, de 32 años e ingeniero industrial, falleció a última hora del domingo en el Hospital de Navarra, en cuya UCI se encontraba ingresado tras sufrir un traumatismo craneoencefálico grave. Martínez fue encontrado por un vecino a las 7.28 horas en el paseo del Queiles de Tudela en estado inconsciente, y con fuertes golpes en la cabeza y en el rostro.
Tras el aviso de esta persona a SOS Navarra, en un primer momento el joven fue trasladado al Hospital Reina Sofía de Tudela, pero posteriormente fue derivado en un helicóptero del Gobierno foral hasta el Hospital de Navarra, en Pamplona. Llegó a este centro derivado desde Tudela a las 11.45 horas con un traumatismo craneoencefálico grave del que fue intervenido quirúrgicamente, pero falleció de muerte cerebral a las 23.00 horas, según confirmó ayer la consejera de Salud, María Kutz.
Durante la jornada de ayer, la familia realizó la donación de sus órganos, que se produjo por la tarde en el Hospital de Navarra, y hoy por la mañana estaba previsto que se le efectuara la autopsia, que servirá para precisar las causas del deceso, así como el resto de las lesiones que sufrió el joven.
En un primer momento, fue la Policía Local de Tudela la que se hizo cargo de la investigación aunque luego la misma se trasladó a la Policía Foral, al tiempo que los hechos eran puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital ribera.
Los agentes del Cuerpo autonómico se enfrentan a una compleja investigación debido a la ausencia de testigos oculares que presenciaran la agresión. Tampoco hay indicio alguno de una discusión previa, ni grabaciones de cámaras próximas al lugar.
Entre las pruebas que se han recopilado consta un tablón de uno de los bancos del paseo Queiles que pudo ser el utilizado para golpear al joven, aunque aún deberá ser analizado en el laboratorio en busca de restos genéticos de la víctima o del supuesto agresor.
Todas las hipótesis en relación con el desencadenante de la agresión siguen abiertas. Aunque fuentes del caso destacaron que se trata de "una persona normal de vida absolutamente normal", los investigadores de la Policía Foral tomaron ayer declaración a múltiples personas del círculo de amistades de Martínez para intentar discernir si lo ocurrido pudiera responder a algún tipo de ajuste de cuentas por hechos del pasado, si por el contrario, se trató de una paliza espontánea y puntual.