vitoria. El diputado general de Álava, Xabier Agirre, considera que la salida forzada del que fuera uno de los hombres fuertes de su gabinete, Alfredo de Miguel, que está implicado en una presunta trama de corrupción, no ha afectado a la estabilidad del Gobierno foral. La aparente tranquilidad del dirigente jeltzale contrasta con la actitud de EA, que ya le ha advertido que podría abandonar el tripartito si se confirman las acusaciones.

Agirre, sin embargo, prefiere obviar dicha amenaza e insiste en que ha tejido una "legislatura sólida", pese a estar en minoría, gracias al "acuerdo y al consenso". El PP, por su parte, le recuerda que en los tres años que lleva de legislatura se han producido ya dos ceses dentro de su Ejecutivo, el de De Miguel, y el del diputado foral de Juventud y Promoción Social, Javier Aspuru, que se posicionó en contra de los Presupuestos forales.

El portavoz del PP en las Juntas Generales de Álava, Javier De Andrés, se mostró muy crítico con la situación que se ha creado en el Gobierno foral ante la salida precipitada del ex diputado de Administración Local, que está siendo investigado por un juez por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. El dirigente popular considera que el gabinete jeltzale está "diluido y desaparecido", al tiempo que acusa al propio Agirre de carecer de liderazgo para salir de la crisis y para garantizar la estabilidad de la institución.

El procurador cree que el capítulo en el que se ha visto implicado Alfredo De Miguel ha redundado en una "pérdida de apoyo" del Gobierno, por lo que pide al diputado general que aclare si "va a contar con EA" hasta que se celebren las próximas elecciones forales en 2011. Además, cuestiona la "excesiva" confianza que tenía puesta sobre el diputado ahora alejado de sus funciones y llega incluso a dudar de que no conociera las incompatibilidades en las que podría haber incurrido De Miguel. "Me da bochorno que siga diciendo que tiene confianza en él", declaró el portavoz del PP, que pidió al diputado general que asuma su responsabilidad.

Agirre, por su parte, fue coherente con la actitud que ha venido manteniendo hasta ahora y reiteró que "hasta que no se demuestre lo contrario" seguirá depositando su confianza sobre el que hasta hace pocas semanas era diputado foral de Administración Local. En este sentido, recordó al PP que todavía se desconocen los hechos concretos de los que se acusa a De Miguel por estar el caso bajo secreto de sumario. "De momento, sólo hay una libertad sin fianza", añadió.

incompatibilidades El diputado general de Álava indicó además que De Miguel "para nada falseó su declaración", sino que en el año 2007 "omitió que era administrador de la sociedad", y que en la segunda declaración, cuando ya había ocupado su cargo como diputado, hizo constar expresamente esa circunstancia por lo que no hubo "ningún ánimo de ocultar o falsear".

En este sentido, Ezker Batua apostó por que se "refuercen" los controles que se llevan a cabo a los cargos públicos que trabajan en la Diputación para evitar que se puedan compaginar actividades privadas mercantiles con sus respectivas responsabilidades políticas. Sobre esta cuestión, Agirre anunció que ha encargado una revisión urgente de la segunda declaración que prestaron los diputados con el fin de que la Secretaría General emita un informe al respecto y determine si De Miguel habría incurrido en incompatibilidades.