roma. El Vaticano confirmó ayer el abuso de un menor por parte del ex obispo de Trondheim (Noruega) Georg Müller en los inicios de la década de los años noventa y precisó que el caso fue conocido "por las autoridades eclesiásticas en enero 2009", según el portavoz vaticano, Federico Lombardi. "En mayo de 2009 el obispo presentó la dimisión que fue inmediatamente aceptada por el Santo Padre y en junio dejó la diócesis", explicó Lombardi.
Monseñor Georg Müller -continuó- "fue enviado a un tratamiento de terapia y no desarrolló más su actividad pastoral. Desde el punto de vista de la ley civil el caso estaba prescrito", señaló.
La víctima, hoy mayor de edad, prefiere permanecer en el anonimato, dijo Lombardi, quien confirmó "las informaciones brindadas en el comunicado del administrador apostólico de Trondheim, monseñor Bernd Eidsvig, sobre el obispo Müller".
Tras mantener el secreto durante dos décadas, la víctima reveló a un cura que había sufrido abusos sexuales por parte de Müller cuando éste era sacerdote en Trondheim y él monaguillo. El obispo, de origen alemán, estuvo al frente de la diócesis noruega entre 1997 al 2009.
"El asunto se refiere a un caso de abuso sexual sobre un menor en los inicios de la década de los años noventa y que fue conocido por las autoridades eclesiásticas en 2009". "La cuestión -concluyó- fue afrontada y examinada con rapidez, tramitada por la Nunciatura de Estocolmo, por mandato de la Congregación para la Doctrina de la Fe".
Müller hizo pública él mismo su dimisión el 7 de junio pasado durante una misa en Trondheim, aludiendo a problemas de cooperación, y la noticia provocó una conmoción en el reducido ambiente católico.
Cerca del 81 por ciento de los 4,8 millones de noruegos pertenece a la Iglesia Nacional Luterana y un cinco por ciento a otras confesiones cristianas, entre ellas la católica, según datos de la Oficina Nacional de Estadística noruega.