río de janeiro. Los bomberos brasileños reiniciaron ayer la búsqueda de víctimas de las lluvias que castigan al Estado de Río de Janeiro desde el lunes tras haber confirmado hasta la tarde de ayer 110 muertes y 106 heridos y en medio de aguaceros intermitentes que dificultan los trabajos de rescate. Además hay al menos 60 desaparecidos.
La dirección del Cuerpo de Bomberos informó de que, tras haber suspendido los trabajos el martes por la noche, todos los equipos de rescate regresaron a las calles a primera y se concentraron en locales de tragedias en los que el martes había dificultades de acceso.
Los trabajos están concentrados principalmente en Niteroi, ciudad vecina de Río de Janeiro, la más afectada por los temporales y por los deslizamientos de tierras que sepultaron decenas de viviendas, y en donde el número de desaparecidos asciende a 47.
Pese a que las lluvias prosiguieron durante toda la noche, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, aseguró que la situación está mejor que la víspera pero que aún hay muchas calles totalmente bloqueadas por deslizamientos e inundaciones.
Pese a que escuelas y universidades suspendieron nuevamente las clases, el alcalde, que ayer había recomendado a la población permanecer en casa, dijo que las personas que necesiten salir ya pueden hacerlo con más tranquilidad aunque con el cuidado necesario.
"Nuestra principal preocupación sigue siendo la posibilidad de deslizamientos en áreas de riesgo. Seguimos en alerta máxima y mantenemos nuestra petición para que las personas que viven en esas áreas busquen refugio en casas de familiares o en abrigos de la alcaldía", dijo Paes. La gran mayoría de las víctimas eran precisamente habitantes de barriadas pobres construidas en áreas montañosas.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos, además de Niteroi, con 53 muertos, y de Río de Janeiro, con 37 víctimas, las ciudades más afectadas fueron Sao Gonzalo (9), Nilópolis (1), Petrópolis (1) y Paracambi (1).
Los temporales del lunes y martes fueron considerados como los mayores sufridos por Río de Janeiro en 40 años y los meteorólogos dijeron que el volumen de agua que cayó en doce horas es más del doble del esperado para todo el mes de abril.
El volumen de agua récord inundó el pasado martes las principales vías y paralizó por completo la ciudad, con calles y barrios bloqueados y sin servicio de energía eléctrica y locales comerciales y oficinas cerradas.