Vitoria. La operación Retorno de las mini vacaciones de Semana Santa reiteró los patrones de situaciones similares. El principal punto negro de la avenida constante de vehículos se produjo en la muga entre las provincias de Burgos y Álava. Allí, a la altura de Armiñón, era evidente a media tarde de ayer el colapso. La zona, confluencia de las autopistas, de la A-I y de las carreteras que comunican la Cuadrilla de Rioja Alavesa y de La Rioja con la capital alavesa, se convirtió en una prueba para la paciencia de los miles de conductores que tuvieron que echarse a la carretera para regresar a sus respectivos lugares de residencia. Gracias a Dios, los atascos puntuales fueron la peor consecuencia de una jornada de circulación densa y de retornos escalonados en la que no se registraron ni accidentes de consideración ni víctimas mortales, al menos, en el territorio histórico. De hecho, fuentes del Departamento de Interior certificaron a este diario la tranquilidad que guió el desarrollo de la jornada.
En principio, los peores efectos de la operación de tráfico se pudieron ver en la zona de Armiñón. No obstante, la peor parte del retorno vacacional se la llevaron los conductores que tuvieron que circular por la N-I en Burgos. Allí el tráfico lento se acercaba hasta la capital castellana en dirección hacia Vitoria debido al embudo que había a la altura de Armiñón y a la escasa capacidad de la N-I entre Miranda y Burgos, donde la vía aún no está desdoblada.
Sea como fuere lo cierto es que a lo largo de los últimos días, el entramado vasco de autopistas, autovías y demás calzadas ha aguantado 325.000 desplazamientos. Gran parte de ellos atravesó el territorio histórico en busca de días de descanso y tranquilidad junto a los lugares tradicionales para tales menesteres.
Precisamente por ello, Tráfico reforzó la plantilla encargada de velar por el buen desarrollo de las operaciones Salida y Retorno. Alrededor de 200 agentes diarios de la Ertzaintza han estado en las carreteras acompañados por la Unidad de Helicópteros.
También se restringió el tráfico de camiones de más de 7.500 kilos de peso, especiales y de materias peligrosas. Además, la red viaria ha inaugurado estos días una serie de nuevos radares. Desde la semana pasada se han activado 32 nuevos puestos de control. De ellos, 11 están ubicados junto a viales del territorio histórico. El resto, en Bizkaia (7) y Gipuzkoa (14). Todos ellos se sumarán a los 38 ya existentes (26 en Bizkaia, 10 en Gipuzkoa y 2 en el territorio histórico).