CIUDAD DEL VATICANO. Los ataques a Benedicto XVI y a la Iglesia por los casos de curas pederastas recuerdan "los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", ha afirmado un judío en una carta al predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, que la citó hoy durante la Pasión del Señor ante el Papa.
El franciscano, que pronuncio la homilía del rito del Viernes Santo en la basílica de San Pedro del Vaticano, condenó la violencia contra los niños, "de la que -dijo- se han manchado desgraciadamente no pocos miembros del clero".
No insistió más sobre esos casos, porque -dijo- "ya se está hablando bastante estos días fuera de aquí".
Recordó que este año coinciden en el tiempo la Pascua católica con la Pascua Judía y que pensaba en ellos, "que saben por experiencia qué significa ser víctima de la violencia colectiva".
En ese punto leyó unos párrafos de una carta que le ha enviado un amigo judío sobre las críticas de los medios de comunicación internacionales al Papa por los casos de curas pederastas, al que acusan de haber "escondido" algunos de ellos, lo que ha sido desmentido categóricamente por la Santa Sede.
"Estoy siguiendo con disgusto el ataque violento y concéntrico contra la Iglesia, el Papa y todos los fieles. El uso del estereotipo, echar las culpas personales a la colectividad me recuerda los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", reza la carta recibida por Cantalamessa.
El amigo judío, que no fue identificado por el Predicador de la Casa Pontificia, expresó su solidaridad al Papa y a toda la Iglesia.
En defensa del Papa salió también hoy el cardenal emérito de Milán, Carlo Maria Martini, quien dijo que las acusaciones contra Benedicto XVI por la supuesta ocultación de denuncias sobre casos de sacerdotes pederastas son "innobles" y "falsas" y que, frente a esos casos la Iglesia debe actuar con "humildad".
"El Papa no necesita que le defiendan, porque para todos está clara su conducta irreprochable, su sentido del deber y su voluntad de hacer el bien", dijo el jesuita.