PNV, Aralar y EA resaltan la inutilidad de la reforma del currículum planteada por Celaá

Aurrekoetxea acusa al Gobierno de patxi López de promover cambios que no demanda el sistema

vitoria. Once meses perdidos. Esta es la sensación que circulaba entre los partidos de la oposición el día después de que la consejera de Educación, Isabel Celaá, presentase la reforma del currículum vasco. Ante la presión de la comunidad educativa, se mantiene Euskal Herria en los libros y se reconoce la "atención preferente" hacia el euskera. Aunque con matices, PNV, EA y Aralar coincidieron en subrayar la inutilidad de la reforma ya que, en la práctica, todo sigue igual.

El parlamentario de EA, Jesús Mari Larrazabal, manifestó que Celaá debe "demostrar con hechos" que tiene "voluntad real" de dar "atención preferente" a esta lengua. Larrazabal señaló que a la consejera "no le ha quedado más remedio que rehacer su propuesta inicial y asumir la necesidad de potenciar la enseñanza en euskara por ser ésta la lengua oficial más débil, tal y como le hemos exigido insistentemente tanto partidos políticos como la propia comunidad educativa". En cuanto al uso del término Euskal Herria, EA reiteró la importancia de enfocarlo en todas sus dimensiones, social e histórica incluidas, y denunció que "Celaá ha pretendido, una vez más, falsear la realidad haciendo ver que el decreto anterior tomaba Euskal Herria como entidad político-administrativa, lo que es totalmente falso; una mentira repetida mil veces sigue siendo una mentira. No hace falta que venga nadie a decirnos que Euskal Herria, por desgracia, está dividida en tres ámbitos políticos y administrativos diferentes". Mikel Basabe (Aralar) dijo: "Hemos asistido a otra polémica absurda e interesada. Es evidente que Euskal Herria existe, que no lo han inventado los nacionalistas y que el euskera precisa de una atención preferente puesto que es la lengua oficial cuyo conocimiento no está garantizado". Arantza Aurrekoetxea (PNV) mantuvo que en su afán de "restituir libertades", Celaá se apresura en presentar cambios "en cuestiones que no han sido planteadas por la comunidad educativa". En relación con el euskera, señaló que "ni este decreto ni ninguno pueden modificar nuestra legislación lingüística".