santiago de chile. El terremoto de Chile sorprendió ayer en el país a un número indeterminado de españoles que se encontraban allí por motivos de trabajo. Tal fue el caso de Alberto Gómez Font, coordinador de la Fundación del Español Urgente (Fundéu) BBVA, quien ofreció ayer un estremecedor testimonio. Definió el seísmo como "aterrador, eterno y con mucho ruido".
En declaraciones telefónicas a Efe, Gómez Font relató que se encontraba durmiendo en su habitación del hotel Panamericano, en Santiago de Chile, cuando empezó a moverse la habitación "y a crujir todo el edificio". "Tenía miedo de que el techo de la habitación me cayera encima", señaló, para destacar después la imposibilidad de resguardarse bajo la cama debido a que ahora la mayoría de ellas tienen canapé debajo.
Gómez Font se encuentra en Santiago de Chile para participar en la presentación en América de la Fundéu, entre cuyos proyectos inmediatos está iniciar actividades en Chile y Colombia, así como para asistir al V Congreso Internacional de la Lengua previsto en Valparaíso del 2 al 5 de marzo.
Otro de los miembros de la delegación española que iba a asistir a este congreso, ya suspenido, era Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes. Caffarel señaló que estaban "tranquilos aunque pesarosos por la enorme tragedia que ha vivido Chile". Precisó que, ante la imposibilidad de celebrar el Congreso de la Lengua, "a la primera ocasión que tengamos, volveremos a España", si bien recordó que de momento la previsión era mantener cerrado el aeropuerto de Santiago un mínimo de tres días.
Aseguró que con anterioridad nunca había vivido un terremoto, por lo que se asustó mucho cuando de madrugada "se empezó a mover la cama y empezó a caerme pintura del techo en la cabeza".
A Caffarel le impresionó el hecho de que minutos antes "las gaviotas debieron intuir algo, porque empezaron a chillar todas a la vez".
Alabó a los empleados del hotel en el que se encuentra, quienes les alertaron de las medidas de urgencia que tienen previstas, les hicieron salir del hotel y les dieron instrucciones precisas sobre el cerro al que debían subir ante una posible alerta de tsunami, por lo que -dijo- "se nota que al menos están acostumbrados a hacer muchos simulacros".
Debido al cierre del aeródromo, el vuelo procedente de Madrid en el que la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, viajaba ayer a Santiago de Chile para asistir al V Congreso Internacional de la Lengua al que también estaba previsto que asistieran los Reyes de España, tuvo que ser desviado a Buenos Aires.
Por su parte, a la Embajada de España no le constaba ayer por la noche que alguno de los casi 50.000 residentes en Chile se encontrase entre las víctimas del terremo, dijeron fuentes de la representación diplomática. "Hasta ahora no tenemos noticia de ningún español fallecido. Nadie se ha puesto en contacto para informar de desgracias personales", informó la consejera de Información, Justina Bermúdez.
El número de españoles inscritos en el censo de residentes en Chile asciende a 47.502, cifra que no incluye a los que se encuentran en tránsito, como turistas, viajeros de negocios o estudiantes. Cinco jóvenes andaluces que estudian en la ciudad chilena de Concepción, una de las zonas más afectadas por el terremoto, fueron ayer localizados en buen estado.