Vitoria. Los vecinos del municipio de Aramaio continúan con las protestas ante el tráfico incesante de vehículos que ven pasar a diario desde que el pasado 29 de enero su localidad se convirtió en el desvío de la carretera A-2620. Esta carretera -que une el término con Arrasate- se cerró tras los desprendimientos de la ladera en la que se instalaron los pilares del viaducto del Tren Alta Velocidad. "El monte caído tiene gran pendiente y los estratos de roca están inclinados hacia la carretera, por lo que el peso que se le viene encima tiene mucho riesgo de caer al río".

Los aramaioarras se quejan de que todo ese nuevo tránsito por el montañoso camino vecinal de Zabola, sumado al de los camiones de la obra del TAV, impide pasear por los caminos hacia el campo y el monte, "lo cual para varias personas, sobre todo las más mayores, implica quedarse en casa por miedo a que las atropellen".

Los 1.500 habitantes de Aramaio también se quejan de que nadie les haya comunicado de forma oficial cuánto tiempo va a durar el desvío. "Lo que hasta ahora era un desplazamiento de cinco minutos seguros se ha convertido en tres cuatros de hora por un camino rural muy peligroso", critican. Y es que la A-2620 es la principal vía de transporte ya que muchos de los vecinos estudian y trabajan en Arrasate, dada su proximidad.

El peligro de la seguridad también se traslada a todos aquellos ciudadanos obligados a circular por el desvío. "En dos semanas, los propios vehículos ya han sufrido 17 accidentes, el autobús de línea ofrece su servicio con un microbús y los camiones se desvían por el puerto de Arlaban, alargando su viaje 40 kilómetros".

A estos problemas se añade que el caserío de Cuatro Vientos está incomunicado por carretera. "Su camino de acceso, sólo con el paso de los vehículos de la obra, ya lo habían deteriorado hasta tal punto que los propietarios denunciaron que no se atrevían a pasar con su todo terreno". Se quejan de que el bloqueo de la A-2620 era algo previsto: "Era un hecho hasta tal punto que la Diputación accedió a tener preparado el cartel indicador para cuando llegase el desprendimiento". A los aramaioarras les recuerda que este suceso ya se ha vivido en otros lugares, como en el Valle de Abdalajís. "El túnel del AVE a Málaga perforó y vacío su acuífero. Fomento ya sabía que el túnel lo atravesaría y vaciaría, ante lo cual sacrificó los recursos hidrográficos del valle". Dado que el desvío se prevé que se prolongue un año, el pasado día 14 realizaron una marcha desde la plaza hasta el desprendimiento.