Vitoria. Internet ofrece una ventana abierta al mundo por la que, lamentablemente, también pueden colarse indeseables en casa. Los usuarios más vulnerables siguen siendo los menores de edad, quienes a pesar de ser los más aficionados a la Red no tienen la percepción de estar poniéndose en peligro cuando facilitan sus datos personales a auténticos desconocidos. Según la Organización Vasca de Consumidores, EKA/OCUV, y la Asociación Protégeles, responsable este año de la celebración en España del Día Internacional de la Internet Segura, más de la mitad de los niños y niñas alaveses que navegan por la Red no ha recibido información alguna sobre las normas básicas de seguridad y muchos de ellos acceden a contenidos "inadecuados" para su edad.

Los peligros que encierra Internet para los menores se dividen en varios bloques. El grooming o ciberacoso sexual, el ciberbullying, el acceso a páginas inapropiadas, la entrega de datos personales o incluso de amigos, el desorden de adicción a Internet y, por último aunque no por ello menos preocupante, la ciberdelincuencia protagonizada por los propios menores.

Según el presidente de Protégeles, Guillermo Cánovas, el grooming puede ser la trampa más evidente y conocida de la Red, aunque otras áreas más oscuras acaparan silenciosamente cada vez más parcelas. En este sentido, asegura que durante el último año se han multiplicado por 10 las denuncias por ciberbullying a menores, lo que ha llevado a la asociación a crear una línea de atención específica en el portal www.internetsinacoso.com. Otro dato novedoso y preocupante es que el 17% de los menores que navegan por Internet accede a páginas inadecuadas en las que, además de pornografía explícita, se muestran imágenes de violencia real -ejecuciones, palizas...- o textos que representan una apología del racismo y la xenofobia. También aumentan las visitas a las páginas "pro-ana y pro-mía", en las que la anorexia y la bulimia son vendidas como métodos lícitos para alcanzar cánones de belleza conocidos entre estos adolescentes como de "princesas y príncipes".

Cánovas alerta, además, de que un 10% de los menores que disponen de ordenador y conexión acaban desarrollando un desorden de adicción a Internet, "lo mismo que puede suceder con los móviles, los videojuegos o con todo ello a la vez". No obstante, realiza una lectura positiva del fenómeno al destacar que "podemos concluir que el 90% de los chavales que acceden a la Red no sufre ningún tipo de trastorno.

En cuanto a la entrega de datos personales, el presidente de Protégeles advierte a los menores de que "nunca se debe colgar una imagen que no quieres que vea todo el mundo, incluidos tus padres, ni tampoco aquellas que no quieres que circulen toda tu vida por Internet". Una fotografía comprometedora, en la que un menor aparezca bebiendo alcohol, portando indumentaria asociada a movimientos políticos o en compañía de personas inapropiadas, puede perseguirle hasta su etapa adulta y perjudicarle a la hora de encontrar trabajo o, incluso, ser motivo posterior de chantaje.

Los responsables de Protégeles realizan numerosas charlas en centros educativos dirigidas a escolares y familiares, en las que advierten de las amenazas ocultas, aunque reconocen que a los padres "se les ponen los pelos de punta" cuando se les advierte de que sus hijos pueden ser ciberdelincuentes. Amenazas, calumnias, injurias, copias ilegales de fotografías y textos que reproducen sin permiso, difusión de contenidos xenófobos y racistas o incluso posesión y distribución de pornografía infantil, tal y como ha constatado la propia Policía durante sus últimas operaciones. Y todo ello protagonizado por chicos y chicas que no llegan a los 18.

Cánovas, sin embargo, quiere que no se demonice ni se responsabilice a Internet de todo ello, ya que "es sólo una herramienta, como lo es un coche". "Con un vehículo se puede salvar una vida o acabar con ella, pero no se le puede culpar de nada", aclara el portavoz de Protégeles.