si algo caracteriza al paladar de los vitorianos es su debilidad por la gastronomía de primer nivel. Provenga del campo o el mar, cualquier excusa sirve para procurarse un homenaje con las mejores materias primas, como de las que ayer pudieron disfrutar cientos de vecinos de la capital alavesa en la plaza del Machete y el parking de San Martín. Los protagonistas de excepción en cada una de estas dos ubicaciones, el cordero lechal con Eusko Label y el marisco gallego, perlas culinarias que hicieron la boca agua a todos los presentes. Sólo faltaba que el tiempo acompañara, y a pesar de las preocupantes previsiones meteorológicas el cielo acabó por mostrar su mejor cara.
La fiesta del cordero lechal convirtió en un hervidero los aledaños del Casco Viejo gasteiztarra. La enorme parrilla dispuesta para la ocasión comenzó a desprender aromas celestiales desde primeras horas de la mañana, gracias a la sabia mano de Joxean Garai. Allí se asaron 32 corderos lechales para repartir, al precio de un euro, cerca de 1.000 pintxos entre los asistentes.
Estos animales se alimentan exclusivamente de leche materna y son sacrificados antes de que alcancen las cinco semanas de vida, lo que da como resultado una carne tierna y jugosa con un exquisito sabor. "El secreto es tener un buen género, como el de nuestras explotaciones, y sobre todo no globalizarnos", argumentaba un atareado Garai.
Las colas se hicieron enormes desde el principio, y ya a las 12.50 horas, 20 minutos después de iniciarse el reparto de las raciones, se había consumido la mitad de los corderos. Tampoco faltaron el vino y el txakoli autóctonos, ni la txaranga, que multiplicaron el fragor de la fiesta.
La diputada foral de Agricultura, Estefanía Beltrán de Heredia, recordó la importancia de consumir este género "para mantener las explotaciones y los ecosistemas del territorio". José Luis Landa, viceconsejero de Política e Industria Alimentaria y presidente de la Fundación Kalitatea, también insistió en esta idea: "Tenemos un producto local muy bueno y hay que animar a todos a que lo prueben, porque así garantizamos el futuro de los ganaderos".
solidaridad Pero la fiesta no sólo sirvió de apoyo fundamental a los profesionales del campo alavés, sino también a la Fundación Vasca de Esclerosis Múltiple Eugenia Plaza, a la que se donó todo el dinero recaudado por el reparto de pintxos. Esta patología "caprichosa" y degenerativa se ceba, fundamentalmente, con los jóvenes y las mujeres, más de 300 en todo el territorio histórico. La presidenta del colectivo, Blanca Extramiana, confirmó que con la ayuda de ayer podrán sufragarse un buen número de gastos de personal en el nuevo local con el que contarán en Vitoria, donde trabajarán "psicólogos, pedagogos y fisioterapeutas, entre otros colectivos".
Para todos los que se quedaron con ganas de más, la primera fiesta del marisco de Galicia sirvió como complemento perfecto al exitoso evento del Machete. El destino, una generosa carpa de 1.000 metros cuadrados ubicada junto al ambulatorio de San Martín y que dará cabida hasta el próximo domingo 28, en horario de mañana y tarde, a las mejores especialidades de la cocina pontevedresa. El que no haya tenido tiempo todavía de acercarse, aún dispone de una larga semana por delante. Ya desde el viernes, día de su inauguración, el flujo de visitantes al evento ha sido constante. Así lo certificaba ayer Manuel Gómez, gerente de la entidad organizadora, Marisgalicia: "La respuesta de la gente está siendo una pasada. Ayer -por el viernes- tuvimos a más de 7.000 personas, un ritmo mucho más alto de lo que esperábamos".
En San Martín no falta ninguna de las joyas del Atlántico: desde el bogavante a las cigalas, pasando por los percebes o las navajas. Del pulpo a las nécoras, sin olvidar los arroces de marisco. Ni las deliciosas empanadas gallegas, los postres típicos y los vinos blancos de la región. La gran mayoría de las raciones no supera los diez euros de precio.
¿Y qué le gusta a los gasteiztarras? "Sobre todo, los mariscos a la plancha, el arroz, las empanadas de zamburiñas y bogavante y el pulpo, que es un espectáculo", enumeró Gómez. Visto el éxito que por el momento ha tenido la fiesta a su paso por Gasteiz, no es de extrañar que el tamaño de la carpa se incremente en futuras ediciones. "Queremos volver y ojalá ésta sea la primera edición de muchas", anheló Gómez. Después de Vitoria, la feria partirá rumbo a Andalucía.