vitoria. A tenor de un estudio realizado por Confebask sobre la situación de la mujer en el sector industrial, es posible que algo esté cambiando. Dicho estudio constata la existencia de empresas que "ya han empezado a hacer una discriminación positiva", dando preferencia a la contratación de chicas en algunos talleres.
Así lo confirma la asociación de empresarios vascos en la última edición de la revista de Ikaslan, que agrupa a los directores de los centros públicos de FP, entre los que se encuentran Mendizabala, Ciudad Jardín, Francisco de Vitoria, la Escuela de Hostelería de Gamarra o el Instituto de Construcción, todos ellos en Vitoria.
La publicación recoge las declaraciones del responsable de Formación de Confebask, José Luis García Bengoa, que asegura que se han llevado "sorpresas agradables" en este último análisis realizado ya que hay ciertos tópicos que se han conseguido romper, entre ellos, el del absentismo. El colectivo de empresarios insiste en que las mujeres faltan menos que los hombres al trabajo, y que el absentismo por natalidad "está controlado y no suele generar problemas". Al parecer, también suele ser superior el gusto por el trabajo bien hecho. Ellas mantienen con mayor orden y en mejor estado su puesto de trabajo, lo que a juicio de García Bengoa, redunda en la mejora e incremento de la calidad.
Es por ello que según Confebask hay signos que permiten afirmar que las empresas empiezan a valorar el trabajo que hacen ellas. Insiste en que, de hecho, mantienen una "discriminación positiva" para dar preferencia a las mujeres a la hora de la contratación.
Sin embargo, a juicio del presidente de Ikaslan Araba, Pedro Ibáñez, conviene no generalizar este tipo de afirmaciones. Si bien admite que en las empresas grandes del territorio se pueden empezar a atisbar síntomas de normalidad e igualdad de sexos, todavía queda mucho camino por recorrer en las pymes, adonde van a parar el 80% de los titulados que salen de estos centros educativos de FP.
Ibáñez considera que muchas de estas pequeñas y medianas empresas no están preparadas para incorporar mujeres a sus plantillas. "Hay factores que lo dificultan, como la falta de vestuarios, por ejemplo", asegura el presidente del colectivo que agrupa a los centros públicos alaveses de FP. Por ello, considera que es necesario "preparar" también "la parte laboral" para procurar que los estudios de un perfil más industrial logren atraer a mujeres. En este sentido, cree que "mentalizar" a los propios empresarios debe ser una prioridad en cualquier campaña que se lance con tal fin.
Actualmente, más de 14.000 estudiantes cursan un ciclo medio o superior de FP en los centros educativos alaveses, tanto públicos como privados. Este tipo de estudios se han consolidado en una herramienta fundamental en un momento de crisis, como el que se está viviendo hoy en día, no sólo porque proporciona una formación cualificada a la gente que se ha quedado sin empleo, sino porque es un balón de oxígeno para las muchas empresas que se enfrentan dentro de cinco años a un problema importante de relevo generacional.