Vitoria. El relato de las hazañas de los amigos de lo ajeno en la capital alavesa deja de vez en cuando perlas dignas de reseñar. Por ejemplo, la protagonizada por cinco jóvenes de entre 15 y 20 años que, vista su pericia a la hora de robar un ciclomotor y de esquivar a los agentes de la ley, no es de extrañar que acabaran en las dependencias policiales dando explicaciones de su intento frustrado de afanar el citado vehículo. Al parecer, como aquél se resistía decidieron robarle los retrovisores. Genio y figura.
El expediente policial abierto por la Ertzaintza habla de cinco arrestos. Se produjeron en la madrugada de ayer y afectaron a un grupo de chavales a los que se les acusa de ser los presuntos autores de un delito de robo con fuerza en un garaje del centro de la capital alavesa.
Todo sucedió a las cuatro de la madrugada en las inmediaciones de la calle Olaguíbel. Entonces, una patrulla de la Policía autonómica destinada a labores de seguridad ciudadana se topó con una cuadrilla que deambulaba por la citada arteria y que, al descubrir la presencia de los agentes, hicieron todo aquello que está contraindicado si es que se quiere pasar desapercibido: aceleraron el paso y cambiaron de dirección.
Blanca y en botella, debieron pensar los policías, que se apresuraron a comprobar el porqué de la actitud sospechosa de los jóvenes. Al interceptarlos, los agentes descubrieron que estos portaban unos espejos retrovisores y un mando a distancia de un garaje comunitario ubicado en las inmediaciones.
Los identificados no justificaron la procedencia de los objetos y acto seguido los ertzainas pudieron verificar que un ciclomotor estacionado en el aparcamiento al que pertenecía el mando presentaba signos de haber sido forzado y que tenía los espejos arrancados. Según determinó la Policía vasca, los sospechosos habían intentado robar la moto y al no lograrlo, se llevaron únicamente los retrovisores. Tras realizar las comprobaciones necesarias, los jóvenes fueron detenidos y trasladados a las dependencias policiales.
Por otra parte, pasadas las ocho de la tarde del pasado miércoles, la Ertzaintza detuvo también en Vitoria a un varón de 41 años y con numerosos antecedentes policiales tras ser sorprendido robando en un comercio ubicado en la zona de Desamparadas. El ahora arrestado logró acceder a las oficinas del establecimiento y sustrajo alrededor de 1.500 euros, siendo interceptada su marcha por una empleada del establecimiento que se había percatado de su acción y que logró retenerle manteniendo con él un forcejeo.
Los ertzainas identificaron al sospechoso, que se mostró agresivo tratando de agredirles. Los agentes comprobaron que en uno de sus bolsillos éste llevaba la cantidad sustraída, por lo que procedieron a su arresto.