El condenado a muerte más anciano de las prisiones estadounidenses, Viva Leroy Nash, de 94 años, falleció el viernes por causas naturales en la Prisión del Estado de Arizona. Sus primeros antecedentes datan de la década de 1930. Fue condenado a cadena perpetua por matar a tiros a un hombre en Salt Lake City en 1977. En 1982, con 67 años, escapó del grupo de trabajo carcelario y mató a sangre fría de un disparo a un dependiente de una tienda de Phoenix. Por este crimen fue condenado a muerte en 1983.