El Tribunal Supremo ha validado como prueba incriminatoria la grabación con el móvil que hizo una niña de 12 años que, tras sufrir una agresión sexual, acudió a ver a su agresor y registró con su móvil una conversación en la que éste admitía los hechos. La Sala de lo Penal confirma de esta manera la condena de nueve años de cárcel que dictó contra V. L.J. por agredir a la pequeña.
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