Logroño. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja debería alcanzar un acuerdo entre todo el sector que modifique su reglamento y reduzca los rendimientos amparados, para así reducir el stock de vino que tienen las bodegas, 860 millones de litros al cierre de 2009. Así lo afirmó ayer el presidente del Consejo, Víctor Pascual, quien destacó de la última sesión plenaria la falta de acuerdo en el seno de esta organización vinícola, que tampoco aprobó su propio presupuesto y el dinero que dedicará a promoción.

Pascual ha insistido en el objetivo del Consejo de "asentar un equilibrio" entre la producción y las ventas "algo que quiere todo el sector". De hecho, en Rioja Alavesa, en la pasada campaña, los viticultores fueron muy prudentes vendimiando en verde y ajustando el número de racimos por cepa para controlar la producción de uva. Y, con ello, su calidad.

El año pasado, Rioja tuvo una producción "amparada" por el Consejo de 277 millones de litros y vendió 236 millones de litros; dentro de las bodegas hay almacenados 860 millones de litros, lo que ofrece una "ratio" entre las existencias y las salidas de bodegas de 3,54, por encima de lo que se considera equilibrio, de 2,85 a 3,15.

La cifra de vino en bodega de 2010 es la mayor de la los últimos veinte años, aunque en ese periodo la relación entre las entradas y salidas ha superado en dos ocasiones los cuatro puntos, en 1990 (4,28) y 2000 (4,62). De momento, el sector trabaja con el planteamiento realizado por un grupo de bodegas, con una opinión que comparte el presidente, Víctor Pascual, que, aunque no formal, es la única propuesta con iniciativas concretas: la rebaja de la producción amparada de uva del 100 al 90% (de 6.500 kilos por hectárea tinta a 5.850 kilos), correspondida además con un menor rendimiento de transformación de uva-vino, que pasaría del 70 al 67%. Ambas medidas combinadas supondrían eliminar de la producción acogida por Rioja unos 40 millones de litros y rebajarla a unos 240 (el año pasado se ampararon 278 millones de litros).

Las principales dudas de la propuesta están en si este sacrificio es suficiente, es decir, si dicha reducción de cosecha permitirá realmente equilibrar la balanza entre ventas y existencias o en si debería ser más drástica y comprometer una o más vendimias. "Con un acuerdo se puede arreglar el futuro", ha asegurado el presidente de la DOC Rioja, quien ha recordado que desde el pasado mes de octubre trabaja para alcanzar un consenso "pero hay asociaciones que son reacias y otras que quieren cosas nuevas".

Pero, por encima de posiciones individuales -ha dicho- "ese acuerdo, se llegue a él o no, va a marcar la trayectoria del sector", por lo que quien cree en el sector va a hacer un esfuerzo a corto plazo, con un objetivo a medio y largo, para mantener las rentas de los viticultores y el beneficio de las bodegas. "Todo el mundo va a tener que sacrificar algo y si se siente que sólo lo hace una parte, no se entiende ni el objetivo ni el acuerdo en sí, todo el mundo debe poner de su parte", insistió.

Para llegar a un acuerdo sobre el nuevo reglamento de la DOC Rioja son necesarios 150 votos en el Pleno del Consejo y, posteriormente, ese cambio debe ser avalado por la Administración "y no podemos pedirles a los demás que se den prisa si nosotros no somos capaces de ponernos de acuerdo".

liberalización de plantaciones Además, "queremos resolver esta situación lo antes posible y cada vez estamos más cerca, pero no todos tenemos la misma visión", repitió Pascual, para quien hay organizaciones vitivinícolas "enrocadas" en sus posiciones "algo que yo respeto".

En cualquier caso, "sólo hay dos formas de reducir el ratio" por medio de ese acuerdo para disminuir la producción que permita reducir el stock o aumentando las ventas. ¡Ojalá! fuera así, aunque creo que lo importante es que hagamos las dos cosas". De hecho, el presidente del Consejo se mostró optimista respecto a las ventas de 2010, después de que el ejercicio pasado, Rioja perdiera más del 6%.

También aludió el presidente Pascual a la presidencia española de la UE pidiendo para la DOC Rioja que en este periodo se dote al Consejo de estatus jurídico propio, se apueste por la promoción del vino y se frene la liberalización de las plantaciones.