La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la resolución del Ministerio de Defensa del 7 de abril de 2008 por la que expulsaba de la Guardia Civil a un agente condenado por un tribunal gallego por haber robado la tarjeta de crédito a un fallecido en un accidente de tráfico y haberla utilizado hasta en 69 ocasiones y gastado hasta 1.323,13 euros. Para poder realizar todas estas operaciones, el agente "firmaba los tickets a nombre del fallecido" cuando se lo requerían. En la sentencia, el alto tribunal estima que con independencia de que el condenado sufriera una enfermedad mental cuando cometió los delitos, su conducta fue "objetivamente incompatible del todo con las exigencias de probidad y rectitud que como norma de vida imponen al militar" la ley y supuso una "grave transgresión del decoro".