DONOSTIA. Sin hacer alusión directa a su sucesor, José Ignacio Munilla, quien el próximo día 9 de enero ocupará su cargo, Uriarte ha presidido este mediodía en el Seminario de Donostia un oficio al que ha acudido cerca de un centenar de presbíteros. Media hora antes, el obispo ha bendecido en el mismo edificio una nueva residencia para sacerdotes.
Durante la homilía celebrada en la Iglesia del Seminario, Uriarte ha afirmado que "los creyentes de nuestras comunidades se encuentran cada vez más inmersos en una sociedad poderosa para la que la fe viva es cada vez más extraña, bastantes de sus "valores" son ajenos al Evangelio". Por ello, ha solicitado a los religiosos presentes que se centren en la necesidad "de primer orden" de "consolar con la presencia cercana y la reflexión certera, fortalecer su fe, sembrar en ellos un espíritu de comunión crítica con la sociedad que los envuelve".
Asimismo, ha señalado que "la unidad es siempre un don y una tarea realizada solo a medias", para subrayar después que "el deseo de unidad consumada es un anhelo inscrito en el corazón mismo de la comunidad eclesial y de sus miembros". De ahí que haya recordado la misión de los "ministros del Evangelio" de ser "signo y estímulo de la unidad del pueblo de Dios".
Tras despedirse de la Diócesis que ha liderado durante casi una década, Uriarte celebrará el próximo sábado día 2 de enero una eucaristía para despedirse de los creyentes guipuzcoanos, para finalmente ser sustituido como obispo de San Sebastián por Munilla una semana más tarde.