vitoria. El Gobierno Vasco ha decidido hacerse cargo de la gestión de los puntos de encuentro familiares en Gipuzkoa, después de enterarse "por la prensa" de que la Federación de Euskadi de Padres y Madres Separados, Kidetza, cerraba temporalmente los centros que tradicionalmente ha dirigido en Irun y Donostia. La asociación está siendo auditada desde antes del cambio del ejecutivo en Lakua por "las dudas" existentes sobre su gestión económica.

Así lo explicó ayer en una comparecencia parlamentaria la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, quien subrayó las dificultades que ha puesto Kidetza para aclarar el cierre de sus instalaciones por falta de fondos, algo que ya ocurrió en 2007. "Las horas de actividad que presentaron en su memoria no coinciden con las nóminas", declaró Zabaleta en relación a las supuestas irregularidades.

De momento, Lakua ha abierto un centro "de urgencia" en el barrio donostiarra de Morlans, y a partir de enero, la asociación Bizgarri, con experiencia en estas tareas en Bizkaia, explotará una nueva instalación en la calle Larramendi de San Sebastián, tras haber ganado el correspondiente concurso público.

En todo caso, Kidetza, que percibió 160.374 euros en 2009 por prestar este servicio, podrá gestionar otros centros si así lo desea, aunque ya desde un ámbito estrictamente privado y ajeno a la red pública de puntos de encuentro familiares que se va a extender por Euskadi.