vitoria. SOS Racismo ha exigido que, "de una vez por todas", se ponga en marcha un centro de acogida temporal que sirva para dar cobijo a los inmigrantes recién llegados a Vitoria. La organización asegura que es la única manera de evitar que se formen pisos patera; un fenómeno que va en aumento en la capital alavesa, tal y como informó este periódico recientemente.

Las dificultades para encontrar un trabajo, y por lo tanto, para sortear todas las trabas económicas y legales que se encuentra un extranjero cuando trata de buscar una vivienda en alquiler, hace que en los últimos años se hayan disparado este tipo de pisos en Vitoria. En algunos casos, llegan a pagar hasta 200 euros por una habitación que comparten con otras cuatro personas, por lo que la desgracia de este colectivo se ha convertido en un negocio atractivo para algunos propietarios de viviendas.

Ante tal situación, SOS Racismo Álava ha vuelto a pedir a las instituciones que contemplen la posibilidad de abrir un centro de acogida temporal al que los extranjeros puedan acudir hasta que logren tener todos los papeles en regla.

No es la única reivindicación de este organismo, que lleva ya siete años trabajando en plena calle desde que el 11 de marzo de 2003 se viera obligado a cerrar la oficina que poseía en el Casco Viejo. Desde entonces ha atendido a más de 8.110 expedientes, prácticamente sin el apoyo que tanto ha demandado por parte de las administraciones públicas locales.

Este mismo año el colectivo ha registrado un total de 1.108 solicitudes. Buena parte de ellos tienen que ver con el "irresuelto tema del empadronamiento". "Seguimos realizando solicitudes a personas extranjeras que carecen de otros medios para acceder a esta obligación administrativa del Ayuntamiento", aseguró el portavoz de SOS Racismo.

García explicó que la crisis ha complicado, y mucho, la situación de los inmigrantes que llegan al territorio, ya que se les percibe "como mano de obra expulsable, no regularizable". Recuerda que la legalización de estas personas se sostiene en los contratos de trabajo que cada vez cuestan más conseguir. Por ello, la organización reclama que aquellos extranjeros que pierdan su empleo y se les acabe el paro puedan contar provisionalmente con un permiso de residencia que les permita la estancia legal cuando les toque renovar.

Entre las reivindicaciones está la que hace sobre la situación de los menores inmigrantes no acompañados; una cuestión que, según explicó, "debe ser tratado con plena normalidad, y no a golpe de declaraciones".

Por último, SOS Racismo animó ayer a los concejales del Ayuntamiento gasteiztarra a que empadronen solidariamente a un inmigrante en sus casas.