vitoria. El Ararteko, Íñigo Lamarca, reclamó ayer a Osakidetza que costee las operaciones de reasignación de género de ciudadanos vascos que, al haberse realizado en 2009, se han quedado sin las ayudas que hasta entonces otorgaba el Gobierno Vasco. Desde que Sanidad decidió ofertar en el Hospital de Cruces las tres fases del tratamiento, la psicológica, la hormonal y la quirúrgica, se decidió dejar de subvencionar unas operaciones cuyo coste oscila entre los 11.000 y los 30.000 euros, y que para este año contaban con una partida de 60.000 euros.
Sin embargo, a lo largo del año hubo tres personas que recurrieron a la cirugía y quedaron en una especie de limbo que les llevó a presentar una queja ante el Ararteko, que ayer compareció en el Parlamento Vasco para dar cuenta ante la Comisión de Derechos Humanos de su informe sobre la transexualidad en Euskadi.
Estas tres personas iniciaron una huelga de hambre para reclamar que se les pagara la operación. El pasado lunes mantuvieron una reunión con el Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco de la que, según Lamarca, los tres demandantes salieron satisfechos, aunque aún no hay un compromiso claro de asumir el coste de sus intervenciones.
"Estas personas tenían una expectativa de derecho que se debe satisfacer", afirmó Lamarca, quien por otro lado incidió ante la Comisión de Derechos Humanos en la necesidad informar a la sociedad sobre el fenómeno de la transexualidad y el transgénero para acabar con la estigmatización de estas personas, alrededor de 108 en la CAV.
Lamarca, que también tramita una queja sobre la ausencia de un protocolo en torno al tratamiento quirúrgico a los transexuales, admitió que incluso él mismo, que ha trabajado durante muchos años con los colectivos de gays y lesbianas, desconoce en gran medida un fenómeno, el de la transexualidad, que hasta hace poco se consideraba una enfermedad mental.
Hoy las cosas han cambiado en cierta medida, pero aún queda trabajo por hacer, como lo demuestra el hecho de muchos homosexuales creen erróneamente pertenecer a este colectivo por la citada estigmatización. En ese sentido, Lamarca defendió utilizar "con cautela" el tratamiento hormonal con niños y adolescentes para que comprueben si efectivamente su identidad de género es diferente a la biológica. Estos tratamientos son reversibles, y de hecho se llevan a cabo en menores en el Hospital Carlos Haya de Málaga, referencia en el Estado en materia de reasignación de género.