Vitoria. La cesta se repite. Carne, pescado y marisco llenan, habitualmente, los platos de las comidas y cenas que colapsan las fechas navideñas. Pero este año, algo más se repetirá: los precios. La cesta de la compra costará a los vitorianos lo mismo que en las pasadas navidades, o incluso, algo más barato. Por tanto, y con la esperanza de encontrar precios aún más bajos en estos últimos días, la gente opta por esperar, para desgracia de los comerciantes.

Marisco, solomillo, cordero y merluza suelen ser los manjares a preparar en toda Navidad que se precie, pero también es cierto, que esta lista de productos estrella poco suele variar. Los menús navideños se mantienen año a año. "La gente está esperando para comprar, aunque preguntan por el solomillo, el cordero, o el redondo", aseguran los responsables de una carnicería del centro de la ciudad. Esto en cuanto a productos cárnicos se refiere, porque respecto a los pescados, los calamares y la merluza son los más reclamados por los clientes. Aun así, la poca gente que está comprando, lo hace, de momento, "para congelar", tal y como confirma Araceli desde su pescadería.

Aunque hay una delicia a la que sólo unos pocos, y privilegiados, bolsillos pueden acceder: las angulas. "Las vendemos, pero por encargo, porque si la gente ve los precios se asusta y no viene", comentan desde Pescados Bermeo. Las angulas, habitualmente, oscilan en torno a los 600 euros, aunque no es extraño encontrarse con cifras aún más elevadas. Aunque no todos los alimentos alcanzan precios tan desorbitados. Lo bueno, es que hay productos asequibles para todos los bolsillos. Este año, algunos afectarán a la cartera de los gasteiztarras un poco menos de lo que lo hicieron en ocasiones anteriores.

Es el caso del pato y el pavo, que oscilan entre los 8 y 9 euros; la paletilla ibérica, que ronda los 59 euros; el solomillo, los 30 euros o incluso, el codiciado cordero, que se puede encontrar por 18 euros. "Los precios están igual, aunque el cordero y el solomillo han bajado de precio, en unos dos o tres euros", cuentan desde una carnicería ubicada en la plaza de abastos.

tiempo de crisis Con la recesión económica a la espalda, los vitorianos se las ingenian como pueden para ahorrar en todo lo posible y que la mesa no lo note. Eso si, sin gastar más de lo necesario. Clientes como Carmen lo tienen claro. "Tal y como está la cosa, me voy a pensar mucho lo que voy a comprar este año para Navidad", asegura.

Y es que, la difícil coyuntura actual se ha convertido en el principal azote de los comercios de la capital alavesa en los últimos meses. "Se nota que la gente anda muy justa, y por eso andan comprando las cosas con cuentagotas", afirma Yolanda en su charcutería.

A pesar de la tranquilidad con la que parece que Vitoria se está tomando el hecho de hacer la compra navideña y que los precios están prácticamente congelados, los comercios no pierden la esperanza. "Al final la gente acabará comprando porque ya saben que si quieren llevarse a casa buena calidad, saben que tendrán que pagar más", cuentan en la carnicería Joaquín Izaguirre.

Esta congelación que han sufrido los precios, a buen seguro, servirá para que los comerciantes aumenten sus ventas y los hogares llenen un poco más sus mesas esta Navidad.