copenhague. La cumbre sobre el cambio climático de Copenhague se cerró en la mañana de ayer con un acuerdo de mínimos, que tuvo la oposición abierta y duras críticas de cinco países: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Sudán. A pesar de que EEUU anunció a las 22.00 (hora española) del viernes que había alcanzado un acuerdo con China, India y Sudáfrica, la oposición posterior de los países citados estuvo a punto de echar todo por tierra.

Reanudadas las negociaciones y tras un inesperado golpe de timón de la presidencia de la conferencia, se logró desbloquear la oposición que, durante siete horas, mantuvieron los países bolivarianos y Sudán. Para su aprobación se tuvo que echar mano de la argucia jurídica de incluir en el encabezamiento del acuerdo un listado de los países contrarios al texto. Así, al acuerdo, suscrito por 25 países, sin necesidad de consenso, se podrán adherir voluntariamente los estados que lo deseen.

Para que pudiera convertirse en un acuerdo de Naciones Unidas, debía ser adoptado por unanimidad por los 192 países presentes en la conferencia. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró en una rueda de prensa tras alcanzarse el paupérrimo acuerdo, que trabajará para convertir ese texto "en un tratado legalmente vinculante en 2010".

Ban destacó que "los cimientos del primer acuerdo global para limitar los gases de efecto invernadero se han puesto en esta cumbre" y dijo que no podía precisar la fecha, pero recordó que la presidencia de la próxima conferencia sobre el cambio climático tendrá lugar en México el año que viene.

El secretario general agregó que se coordinará estrechamente con el presidente mexicano, Felipe Calderón, al que describió como un hombre "comprometido con el medio ambiente". Calderón afirmó que el texto que se debatía en el último día de la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague "está lejos de lo que el mundo esperaba y de lo que el mundo necesita".

acuerdo de mínimos A pesar de su carácter no vinculante, el acuerdo sí contempla un total de 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para que los países más vulnerables afronten los efectos del cambio climático, y 100.000 millones anuales a partir de 2020 para mitigación y adaptación. La presidencia de la conferencia anunció la pasada madrugada que había "tomado nota del acuerdo de Copenhague del 18 de diciembre de 2009". El texto también hace referencia a las sugerencias científicas que recomiendan acciones para evitar un aumento de la temperatura media del planeta no superior a 2 grados centígrados, aunque no menciona que la referencia temporal es la época preindustrial.

En todo caso, las expectativas de esta cita, que en principio debía alumbrar un tratado internacional, el acuerdo mundial de reducción de emisiones de CO2 que sustituyera al Protocolo de Kioto a partir de 2013, no se han cumplido. La próxima cita, la COP16, tendrá lugar dentro de aproximadamente un año en México. Sin embargo, y ante las críticas hacia el proceso negociador, un portavoz de la ONU, Robert Orr, señaló que nunca en su vida en la ONU había visto una negociación tan "genuina".