barcelona. El Parlament abrió ayer la puerta a prohibir las corridas de toros en Cataluña al aceptar que se tramite una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en este sentido, aunque los taurinos se aferran a la esperanza de que en el debate parlamentario no se certifique su defunción definitiva. De hecho, en Cataluña solo hay una plaza de toros en activo: la Monumental de Barcelona, aunque existen otras tradiciones taurinas, como los correbous, espectáculos callejeros con toros, donde no son sacrificados y a los que no afectaría esta iniciativa, que ciñe su reclamación a las corridas. Si la ILP llega a buen puerto con su redacción original, Cataluña se convertiría en la segunda comunidad española en prohibir estos festejos, tras Canarias que los vetó en 1991.
Un total de 67 diputados votaron a favor de permitir que la ILP continúe debatiéndose y derrotaron las enmiendas a la totalidad presentadas por PSC, PP y Ciudadanos, respaldadas por 59 diputados partidarios de las corridas, mientras que 5 se abstuvieron y 4 no participaron en la votación.
En una votación secreta, algo inusual en la cámara, ERC e ICV-EUiA votaron en contra de las enmiendas, mientras que PSC y CiU dieron libertad de voto a sus diputados y los de PP y Ciutadans se inclinaron por vetar la ILP impulsada por la Plataforma Prou! (Basta!), que pide la modificación de la ley catalana de protección de animales para vetar "las corridas de toros y los espectáculos de toros que incluyan la muerte del animal".
PSC y PP acusaron a los nacionalistas catalanes, especialmente los populares a ERC, de azuzar el debate identitario en contra de España a al defender su posición a favor de prohibir las corridas de toros en Cataluña, lo que ha sido rechazado de plano por CiU, ERC e ICV.
entre la alegría y la esperanza Los promotores de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), no escondieron su satisfacción y afirmaron ayer que la sociedad catalana está "preparada" para la abolición de los toros, dijo el coordinador general de la Asociación Animalista Libera, Leonardo Anselmi. Aseguró que no son antitaurinos, sino animalistas, debido a su posición en contra de todos los maltratos a los "derechos de los animales". Criticó a quienes afirman que no se deben prohibir los toros y que si desaparecen ha de ser de forma natural, porque este argumento es una "gran hipocresía".
Por su parte, el presidente de la plataforma en Defensa de la Fiesta, Luis Corrales, aseguró que "todavía queda mucho partido" para convencer a los diputados. Corrales restó importancia a la decisión del Parlament, aunque aseguró que el debate sobre el futuro de la fiesta taurina en Cataluña que ahora pasará a comisión -donde se estudiará si se elimina la "excepción" de los toros en la Ley de protección de los animales- nace "viciado de antemano". Los defensores de la tauromaquia adelantaron que rechazarán las corridas a la portuguesa, en las que el toro no muere en la plaza, y esperan poder convencer de su posición a los diputados del Parlament.