madrid. La hora de la comida es un suplicio para la mitad de los padres españoles porque sus hijos son "malcomedores", ya que se niegan a probar aquello que no les gusta y pasan de la verdura, la fruta, las legumbres y los pescados.

Así se desprende de un estudio realizado este año por el Observatorio de la Nutrición Infantil en el que se ha entrevistado a más de novecientas familias de diferentes comunidades autónomas, con niños de entre uno y diez años.

El doctor Luis Ros, jefe de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, ha precisado que uno de cada tres niños come muy poca variedad de alimentos y casi la mitad no llega a tomar nunca los más saludables.

En este punto radica una de las causas del comportamiento del niño "malcomedor" porque, para evitar enfrentamientos y castigos, los padres terminan ofreciéndole sólo aquello que le gusta.

Los primeros síntomas se detectan a partir de los dos años, momento en que se incurre en el primer error: "pensar que con el tiempo se solucionará el problema y que acabarán comiendo de todo por iniciativa propia".