COPENHAGE. La propuesta de Washington de recortar sus emisiones contaminantes para 2020 en un 17% respecto al nivel de 2005 está ligada a la aprobación de la legislación correspondiente en EEUU, por lo que no pueden comprometerse a cambiarla en Copenhague, explicó hoy el jefe de la delegación norteamericana, Todd Stern.
Al final, "la reducción podría ser mucho mayor, pero no nos comprometemos a ello ahora porque es incierto y no queremos prometer algo que no tenemos", afirmó Stern en rueda de prensa. El delegado estadounidense dijo que en la cumbre prosiguen las negociaciones para hallar puntos en común, e informó de que hoy mantuvo conversaciones "útiles" con su colega chino, Xie Zhenhua.
"Hay mucho que hacer", advirtió, al explicar que aún existen grandes diferencias entre las distintas partes negociadoras.
Según Todd, "no puede haber un acuerdo significativo sobre medio ambiente sin China", por lo que es muy importante que Pekín se comprometa en firme en Copenhague.
Mientras, el ministro de Medio Ambiente sueco, Andreas Carlgren, cuyo país preside este semestre la Unión Europea, recordó hoy que "el tiempo se está acabando" y sólo quedan 48 horas para preparar un acuerdo que pueda ser firmado por los jefes de Estado y de Gobierno.
La cumbre de Copenhague concluye el 18 de diciembre.
"Esperamos un amplio compromiso de China y EEUU", porque de lo contrario no será posible limitar la subida de las temperaturas a 2 grados centígrados para 2100, señaló.
También la ONG ecologista Greenpeace alertó en un comunicado de que "el tiempo se acaba" para la labor de los negociadores, que deben pasar el testigo hoy a los ministros y los jefes de Estado.