vitoria. Cuando la ministra francesa Michelle Alliot-Marie puso en duda, la pasada primavera, la construcción de una nueva línea de alta velocidad entre Burdeos y Hendaia, las alarmas saltaron en Euskadi. El tráfico de mercancías a través de la Y vasca quedaba en entredicho, hasta que el propio Nicolás Sarkozy salió en defensa de la construcción de una nueva infraestructura ferroviaria en Iparralde que permita transportar carga. A finales del próximo año se celebrará una encuesta pública para dilucidar qué se hace finalmente con el corredor atlántico de la alta velocidad.

Mientras, según denunció ayer el PNV en el Parlamento Vasco, los gobiernos español y francés trabajan para que en 2012 el corredor mediterráneo de alta velocidad, que une Barcelona y Perpignan, esté operativo. El parlamentario jeltzale Juan Antonio Arieta-Araunabeña, afirmó además que la línea entre Zaragoza y Pau trasladará mercancías, a tenor de las palabras del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, una afirmación que coincidiría con las palabras de Alliot-Marie, partidaria de construir la línea proyectada para Iparralde "más al interior".

Arieta-Araunabeña afirmó que la apuesta del Gobierno español por estas alternativas quedaría demostrada por los retrasos que a su juicio se están produciendo en la tramitación de los accesos a las capitales o en la conexión entre Irun y Hendaia, pospuesta según el parlamentario del PNV al menos hasta 2025.

Por parte del PSE, Txarli Prieto replicó que para el próximo año estará en periodo de ejecución el 60% del tramo guipuzcoano, cuyas obras corresponden al Gobierno Vasco. Además, según el parlamentario socialista, las negociaciones con Francia para acordar el enlace transfronterizo avanzan a buen ritmo.