Vitoria. "Paco siempre llama, Paco siempre avisa", comenta un familiar de Francisco López González, el hombre desaparecido el pasado miércoles, como ya publicó este periódico, cuando se dirigía a realizar la Ruta del Vino y el Pescado. Por eso cuando ese día no llegó a cenar, las alarmas de sus seres queridos se dispararon. Desde entonces ya ha pasado una semana y los más cercanos viven con la angustia que genera la incertidumbre. Las pequeñas pistas acerca de su paradero en distintas localidades de la provincia consiguen, por lo menos, alimentar la esperanza de que Paco sigue con vida y se encuentra bien.
Y es que todavía no pueden explicarse lo que ha sucedido. Es cierto que Francisco está afectado por principios de Alzheimer, pero nunca había demostrado un episodio de estas características con anterioridad. De hecho, su esposa le decía que fuera siempre con alguien a pasear. Sin embargo, el óptimo estado físico de Paco, de 62 años y habituado a caminar largas distancias, hacía que en ocasiones no encontrara pareja de paseos. Cosa que no le desanimaba. "Papá un día no vamos a saber ni dónde buscarte", le reprendió en alguna ocasión su hija. Y los peores presagios se convirtieron en realidad. Cuando a las 20.00 horas del pasado miércoles, su mujer vio que no llegaba supo que algo había sucedido. Denunció la desaparición que habilitó un dispositivo de búsqueda el mismo jueves. La última llamada a la familia para informar de que no acudiría a comer se localizó en un repetidor de Navarra y la búsqueda oficial se suspendió momentáneamente.
Pero sus seres queridos no se rindieron. Así las cosas, el viernes comenzaron a mandar mensajes vía e-mail y a colgar carteles de Paco en varias localidades del territorio. "Puede estar desorientado y no habla demasiado ya que tiene problemas al hablar, tartamudea bastante y habla muy bajito", relataba angustiada su hija Cristina. Mientras, continuaban los rastreos hasta encontrar una pista en Laguardia, que finalmente resultaba ser falsa.
Sin embargo, el sábado surgió un rayo de esperanza. La Ertzaintza obtuvo un indicio fiable en Baños de Ebro, donde varios vecinos y trabajadores de la zona aseguraron haberle visto el jueves por la noche. Las batidas se centran en la zona sin demasiado éxito.
El domingo y el lunes, los familiares y amigos se organizaron en coches para seguir peinando la zona llegando a la Rioja y hacia Soria, por si se ha despistado. Para entonces, los ánimos ya habían decaído bastante hasta que el martes surgió una nueva pista buena en Nanclares. "Fue un subidón porque ya pensábamos que estaría muerto en alguna cuneta. Ahora por lo menos sabemos que está vivo y bien físicamente". Aun así, Paco continúa sin aparecer y la familia entiende que las opciones de hallarle se reducen. "Sabemos que bien no puede estar y que cada día va a ser más complicado", admitía una familiar. Sin embargo, no cejan en su empeño y, por ello, solicitan a los alaveses que abran bien los ojos y llamen al 112 en caso de poder aportar alguna información.